Irán anunció ayer la dimisión de su principal negociador para temas nucleares, Alí Larijani, en medio de una creciente tensión con los occidentales, que acusan a este país de querer dotarse de armas atómicas.

Larijani fue sustituido por el viceministro de Relaciones Exteriores para Europa y las Américas, Saeed Jalili, y su relevo no afectará a las negociaciones previstas la próxima semana para evitar la imposición de nuevas sanciones internacionales a Irán por su programa nuclear, señaló una fuente oficial. “Larijani ha dimitido varias veces y finalmente el presidente (Mahmud Ahmadineyad) ha aceptado su dimisión”, dijo el portavoz iraní Gholam Hossein Elham. Los occidentales miraban a Laranjani con buenos ojos por pragmático y preferían tenerlo como interlocutor, en vez de Ahmadinejad, conocido por sus declaraciones cáusticas. Según varios periódicos iraníes, anteayer Ahmadinejad habría desmentido un anuncio hecho por Larijani sobre una nueva propuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, para resolver la crisis abierta por el programa atómico. La dimisión se produce semanas antes del informe que presentará el delegado de la Unión Europea, Javier Solana, ante el Consejo de la ONU, sobre sus contactos con Irán, que se niega a suspender su programa nuclear.