Gualeguaychú prepara para el domingo 27 de abril la marcha grande que todos los años realiza contra Botnia. Para esta edición, la idea es sumar a manifestantes de Uruguay, Brasil y Paraguay, que ya vienen organizándose en una asamblea regional. Ayer delegaciones de esos países se reunieron en el teatro de la ciudad entrerriana; anunciaron que participarán de la movilización y discutieron además sobre otros problemas ambientales de la región, como el monocultivo y la contaminación generada por otras industrias.

En el encuentro participaron unas cuarenta asambleas de la Argentina y el Uruguay, integrantes del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil y delegados paraguayos.

Jorge Fritzler, de la asamblea de Gualeguaychú, explicó que se trató del cuarto encuentro regional de asambleístas, en el que los vecinos discutieron acciones conjuntas contra Botnia. Si bien el rechazo a la pastera fue el tema central, también debatieron acciones ante la instalación de nuevas fábricas de celulosa y los problemas generados por otras empresas. Se planteó por otra parte cómo llevar al Uruguay los reclamos contra la papelera.

Los entrerrianos tienen expectativas porque en los últimos tiempos ha bajado el apoyo a Botnia en el país vecino. Esto se debe a que, terminada la construcción de la planta, los niveles de desocupación volvieron a subir, al punto de que el departamento de Río Negro, donde está ubicado Fray Bentos, es hoy la zona de más desocupación del país. Por otra parte, los transportistas se quejan de que la empresa no cumplió con sus promesas y hoy tienen menos trabajo que el esperado. Y hasta la ministra de Salud del Uruguay se sumó recientemente a las quejas cuando denunció que los finlandeses incumplieron una promesa de ayudar al hospital de Fray Bentos.

“A los uruguayos hay que darles tiempo para que reaccionen a una política que les infundió la idea de ‘por lo menos tenemos esto’ –dijo ayer Daniel Pérez Molemberg, también integrante de la asamblea–. No lo digo de manera peyorativa sino que es una realidad, tal como sucede con el ciudadano argentino, que acepta los hechos consumados porque se lo educó para eso.”

Después de sesionar en el teatro, cientos de personas se encaminaron al paraje de Arroyo Seco, donde está instalado el corte de ruta desde hace un año y tres meses. Allí estaba previsto hacer un cierre con una cena y una reflexión de los coordinadores de la cumbre (Gustavo Rivollier, por el lado argentino, y el periodista Hernán López Echagüe, por el uruguayo).

El primero de los encuentros de la Asamblea Regional se realizó en Nueva Palmira, la localidad donde se construyó el puerto internacional de Ontur, que Botnia utiliza para enviar al exterior la pasta de celulosa. En esa ciudad, además, hay protestas por la instalación de Isusa, una productora de ácido sulfúrico que abastece a la pastera. Entre los grupos uruguayos que integran la Asamblea Regional están los productores de Colonia Agraciada, grupos de Soriano, el Movimiento por el Trabajo, la Vida y el Desarrollo Sustentable de Fray Bentos, el Sindicato de los Trabajadores de la Forestación de Rivera y la asamblea del Callejón de Montevideo. El último de los encuentros de la asamblea se había llevado a cabo en diciembre en la localidad uruguaya de Tacuarembó.

Por otra parte, en la ciudad de Colón la asamblea volvió a cortar la ruta 135, que une esa localidad con la uruguaya Paysandú, en el acceso al puente internacional General Artigas. La medida de fuerza comenzó a las 21 y se extenderá hasta hoy a las 19.