Hoy será un día peronista. Mejor dicho, se hablará de peronismo, porque probablemente la epidemia de humo seguirá oscureciendo el cielo y los incorregibles, diría Borges, no podrán jactarse de la ausencia de nubes. Será un día peronista, porque hoy vencen los plazos para presentar las listas que competirán por dirigir el partido. Con todas las de ganar, el kirchnerismo presentará su nómina con la aprobación puntillosa y obsesiva de su principal candidato: Néstor Kirchner. Tras muchas semanas de preparación, dos días de febriles llamados telefónicos y unas pocas invitaciones VIP a la quinta presidencial –los privilegiados fueron citados anoche a Olivos por el propio Kirchner–, el ex presidente terminó de definir los 75 nombres que lo acompañarán en el consejo nacional del PJ. La lista se presentará hoy al mediodía en Matheu 130. Entonces se develará la gran incógnita sobre los cinco vicepresidentes que secundarán al santacruceño. Sobre Kirchner no pesan dudas: será el candidato a presidente del partido por la lista mayoritaria.

Entre las cinco vicepresidencias habrá un lugar seguro para el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, hoy aliado indiscutido para el matrimonio Kirchner. También tendrá su banca el gobernador Daniel Scioli, a pesar de que su nombre no sonaba para ese cargo hace unos meses. Con el lockout rural, la valoración de Scioli subió mucho en el círculo de decisiones más cerrado del oficialismo. Las otras tres vicepresidencias se repartirán entre uno o dos gobernadores nuevos –suenan el chaqueño Jorge Capitanich y del salteño Juan Manuel Urtubey– que para Kirchner simbolizarían el proceso de renovación intraperonismo. Y entre esos lugares está reservado otro asiento para una mujer: anoche se mencionaba a la sobrina nieta de Evita, Cristina Alvarez Rodríguez, ministra de Infraestructura de la administración bonaerense.

Quien no será vicepresidente, a pesar de los pronósticos que circularon por estos días, es el legislador porteño Juan Cabandié. Nieto recuperado nacido en la ESMA, hijo de desaparecidos, Cabandié asumirá en una de las seis secretarías del partido: la de juventud. La incorporación de Cabandié en la mesa chica del PJ también tendrá un sentido simbólico. Kirchner ya les anticipó a los jóvenes peronistas que pretende una “secretaría dinámica”, que tenga mucha actividad en las distintas áreas de trabajo: quiere que la JP recupere presencia en las universidades y adquiera masividad en los barrios. En las otras cinco secretarías Kirchner pretende ubicar a candidatos “de lujo”. En los planes oficiales, uno de esos lugares está reservado para el ex candidato presidencial por Una Nación Avanzada (UNA), el ex ministro de Economía Roberto Lavagna.

La primera reacción de Lavagna pareció acorde a sus pergaminos de ex ministro estrella de la primera etapa del kirchnerismo. La oferta de estar en la segunda línea de los cargos partidarios no lo habría satisfecho demasiado: tras la modificación a la carta orgánica que se aprobó en el último congreso nacional del PJ, las nuevas autoridades del partido estarán compuestas por un consejo nacional de 75 miembros, con un presidente (se supone que será Kirchner), cinco vicepresidentes, seis secretarías y 17 congresales que tendrán el privilegio de sentarse a la mesa de conducción. Para Lavagna, Kirchner habría pensado una de esas seis secretarías. Después de los 28 integrantes de la “mesa chica”, quedarán 47 congresales que podrán jactarse de formar parte del Consejo nacional (su peso en las decisiones será bastante menor).

Hasta el miércoles, en el entorno de Lavagna aseguraban que el ex candidato tenía muchísimas chances de ocupar una de las cinco vicepresidencias. Ayer, la primera oferta que recibió lo ubicaba un escalón por debajo. Igualmente habrá que ver si la molestia inicial que mostró tras el ofrecimiento le permitió forzar un cambio a último momento en los planes de Kirchner. Habituado a concentrar las decisiones más difíciles –el famoso método radial–, el ex presidente anoche se encargó de convocar a la Quinta de Olivos a los dirigentes que pensaba ubicar en las cinco vicepresidencias y las seis secretarías. Entre los invitados estuvieron Urtubey, Capitanich y el vicegobernador bonaerense, Alberto Balestrini. En la charla se repasó el orden de la lista de congresales que representarán a Buenos Aires, la provincia con más afiliados del país.

Aunque sea el caballo del comisario, la lista kirchnerista no será la única que se presentará hoy en la sede nacional del PJ. La corriente que encabezan los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, que lleva el nombre de Frejuli, postulará una lista propia con 75 candidatos al Consejo nacional. La encabezará el entrerriano Héctor Maya y estará acompañado por el duhaldista Daniel Basile y Teresa González Fernández, ex funcionaria de la gestión presidencial de Adolfo y ex esposa de Felipe Solá. La lista de los Rodríguez Saá no cumplirá con los requisitos que estableció el último congreso del PJ al modificar la carta orgánica: no exhibirá avales del dos por ciento del padrón partidario y tampoco adjuntará apoyos de cinco jefes distritales del PJ.

Los Rodríguez Saá sostienen que esas condiciones son “arbitrarias” y prometen interponer un recurso ante la Justicia. Lejos de inquietarse, Kirchner se prepara para jugar el partido sin rival enfrente. El resultado, ya se dijo, es una crónica anunciada.