Los familiares del comisario Mario Oscar Ferreyra, el Malevo tucumano que se voló la cabeza ante la cámara de Crónica TV cuando Gendarmería se aprestaba a detenerlo por delitos de lesa humanidad durante la dictadura, interpusieron una acción penal y otra civil contra querellantes, jueces y hasta los propios gendarmes por considerar que lo indujeron al suicidio. La presentación de Alain y Martín Franco Ferreyra, patrocinados por Francisco Torres, responsabiliza de la muerte al personal de Gendarmería que actuó el 21 de noviembre, a la secretaria de Derechos Humanos del juzgado federal, Virginia Duffy; al juez federal subrogante Daniel Bejas, a la camarista Alicia Noli y a la abogada Laura Figueroa. Según los hijos de Ferreyra, la denuncia que lo vinculó con el centro clandestino que funcionó en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga y el avance de la causa hasta derivar en la orden de detención fue una “tremenda injusticia”. “Presionó tanto a mi padre que lo indujo al suicidio”, afirmaron, según informó ayer La Gaceta de Tucumán. Los jóvenes fundaron su pretensión en el artículo 83 del Código Penal, que castiga la instigación o ayuda al suicidio con una condena de uno a cuatro años de prisión y estimaron en 600 mil pesos la suma “justa y necesaria” para reparar los daños y perjuicios ocasionados.