Domingo, 5 de abril de 2009 | Hoy
EL PAíS › CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER VISITO A LOS FAMILIARES DE RAUL ALFONSIN PARA EXPRESARLES PERSONALMENTE SUS CONDOLENCIAS
La Presidenta y Ricardo Alfonsín coincidieron en su consideración sobre el encuentro. La visita duró más de una hora y media. No estuvo la esposa del ex presidente.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue finalmente ayer a visitar a la familia de Raúl Alfonsín. “La reunión fue muy emocionante, muy cálida”, contó apenas salió del encuentro con los familiares del ex mandatario, a quienes fue a darles el pésame personalmente a su regreso de su participación en la cumbre del G-20 en Londres. Ricardo Alfonsín, uno de los hijos del fallecido líder radical, calificó la visita con términos similares.
La Presidenta llegó al departamento donde vivía Alfonsín, el 6º “C” de la avenida Santa Fe 1678, a las 11 en punto, y se fue casi a la una menos cuarto de la tarde. Al entrar por la cochera del edificio que da a la calle Rodríguez Peña no hizo declaraciones y sólo saludó moviendo la mano derecha a un grupo de personas que la aplaudieron. Al salir sí, el auto gris que la llevaba detuvo por unos segundos la marcha, la Presidenta bajó el vidrio y dijo que “fue una reunión muy emocionante, muy cálida”.
Poco después bajó Ricardo Alfonsín a hablar con la prensa. “Escuché que la Presidenta les dijo que fue una reunión muy cálida y así fue”, les dijo a los periodistas. También contó que la Presidenta le pidió que “les avisara” que no hizo más declaraciones por tratarse de una visita privada.
Nadie esperaba que Fernández de Kirchner estuviera tanto tiempo con la familia de Alfonsín y uno de los sorprendidos fue el propio Ricardo. “No imaginé un encuentro tan extenso. Pobre Presidenta, estoy seguro de que tiene muchas actividades y nos ha dedicado este tiempo, estamos muy agradecidos”, señaló el hijo del ex presidente, que será candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
El dirigente radical contó que del encuentro participaron él y sus hermanos, no así su madre, María Lorenza Barrenechea, quien –dijo– “se encuentra en estado delicado” de salud, “pero le envió sus saludos a través nuestro”.
Alfonsín hijo dijo también que la Presidenta les expresó “el cariño, el afecto y la admiración” que sentía por su padre y el gran vínculo que tenían cuando ambos eran senadores. “Estuvimos charlando acerca de mi padre, del cariño, el afecto que tenía por él. Nos expresó sus condolencias y nosotros estamos muy agradecidos por su visita, por sus palabras”, señaló Alfonsín.
Agregó que hablaron sobre las “convicciones políticas” de su padre y “de lo que él representaba”. Y recordaron que Alfonsín “sostenía que es a través de la política que tenemos que resolver los problemas que padecemos los argentinos”. En ese punto de la charla, dijo que “la Presidenta sostuvo que era necesario recuperar los partidos políticos”.
“También hablamos de su viaje, de la crisis mundial y la necesidad de reclamar solidaridad a todos los países para que en aquellos lugares donde hay más cuadros de pobreza se resuelva la situación”, relató el hijo de Alfonsín.
La Presidenta había regresado de Londres el viernes, un día antes de lo previsto, para darle sus condolencias personalmente a la familia de Alfonsín, pero entonces no pudieron coordinar que estuvieran presentes todos los hijos del ex presidente. Por eso el encuentro se postergó y finalmente se realizó ayer.
Mientras la Presidenta estaba reunida con los familiares de Alfonsín, varios admiradores de del ex presidente se acercaron al frente del edificio y colocaron dos carteles. En uno podía leerse: “Gracias por la patria potestad y el boleto secundario”. Y en el otro: “No sigan a los hombres, sigan sus ideas”. También en un departamento dos pisos más arriba de donde vivía Alfonsín podía verse una foto del ex presidente que tenía colocado un crespón negro.
Uno de los seres anónimos más dolidos por la muerte de Alfonsín es el encargado del edificio, Martín Rojas, un formoseño que hace 37 años trabaja allí y conocía desde entonces al ex presidente. Contó una infinidad de anécdotas que remitían a la dimensión humana de Alfonsín, como las bromas sobre fútbol, las visitas de su ídolo de Independiente Ricardo Bochini o el día que asumió como presidente y se apareció en el departamento con el bastón de mando y la banda presidencial y en el hogar no había nadie porque estaban todos festejando en la calle. O el asado que fue a comer a la casa de Rojas en Ituzaingó. “Doctor, si no tiene planes para mañana, ¿no se anima a venir a comerse un asadito a casa? ‘Cómo no’, me contestó. Mi familia y los vecinos no lo podían creer”, le contó Rojas a Página/12. “Era un tipo excepcional, llano, nunca se le subieron los humos del poder. Acá venía gente muy importante, ex presidentes de otros países, me acuerdo de Aznar antes de ser presidente de España, por ejemplo. ¿Y sabe cómo me presentaba a mí? ‘Martín, un amigo’. Yo me siento orgulloso de haberlo tratado”, recordó también antes de ir a abrirle el portón de la cochera a la última visita ilustre del 6º “C”.
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