EL PAíS › LA OPOSICIóN NO PUDO JUNTAR QUóRUM Y NO SESIONARON NI LA CáMARA DE DIPUTADOS NI LA DE SENADORES

Un grupo al que no le alcanzan los números

En el Senado fue determinante la ausencia de Menem. Le pidieron a Cobos que cite a los legisladores por los diarios.

 Por Sebastian Abrevaya

Tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados la oposición no logró sesionar por falta de quórum. Con 36 legisladores presentes, el arco no kirchnerista padeció en el Senado la ausencia del ex presidente Carlos Menem, quien después de jugar al misterio toda la semana dejó plantados a sus compañeros. Casi en paralelo, los diputados del grupo A no alcanzaron los 129 votos y, transcurrido el plazo reglamentario, el presidente del cuerpo, Eduardo Fellner, levantó la sesión (ver página 4). El Frente para la Victoria y sus tres aliados patagónicos ratificaron ayer, al no bajar al recinto de la Cámara alta, que no colaborarían con la oposición para que coparticipe el impuesto al cheque y rechace el DNU del Fondo de Desendeudamiento. “No hay ningún oficialismo en el mundo que le facilite a la oposición su propia derrota parlamentaria”, sentenció el titular de la bancada kirchnerista, Miguel Pichetto. “El oficialismo quiere clausurar el Congreso”, cuestionó furioso el jefe del bloque radical, Gerardo Morales. Después de más de dos horas de catarsis, los senadores opositores resolvieron –en minoría– convocar a otra sesión para el próximo miércoles y le pidieron al vicepresidente Julio Cobos que publique en los diarios una citación especial a los senadores ausentes.

El cuarto intermedio solicitado el martes en la reunión de presidentes de bloque fue el prólogo del duro enfrentamiento que se vivió antes de la sesión de ayer. Por la mañana se produjo una cumbre entre Pichetto, Morales y el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá con el objetivo de destrabar el conflicto sobre al reparto de las comisiones, previo a retomar la reunión de Labor Parlamentaria. En aquel encuentro, el oficialismo presentó una propuesta, con condiciones varias, para resolver la controversia.

En principio, aceptaban cederles espacios propios a sus tres aliados, Horacio Lores (MPN-Neuquén) y María Rosa Díaz y José Martínez (ARI-Tierra del Fuego). A cambio, le solicitaban a la oposición los siguientes puntos:

1 Que “se restituya el equilibrio” en el reparto de las comisiones, lo que significa que la oposición pase de tener 9 sobre 15 a tener 8 sobre 15 integrantes en Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda y Acuerdos. Esos lugares habían sido reclamados y otorgados a Menem para que se siente el 3 de marzo en su banca.

2 Que el vicepresidente Julio Cobos desista de su apelación judicial y restituya, tal como lo indicó el magistrado Enrique Lavié Pico, a la senadora kirchnerista Beatriz Rojkés de Alperovich en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo.

3 Que en la sesión de ayer se trate en primer término una preferencia para discutir los distintos proyectos para habilitar el uso de reservas y en segundo término el pliego de la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont.

El fracaso de esa negociación significó que el kirchnerismo no participara luego de la reunión de Labor prevista para las 12. Sin acceder a ninguno de los reclamos, la oposición decidió avanzar con la sesión y citarla para las 15 con el siguiente orden del día: primero, la coparticipación del impuesto al cheque; segundo, el pliego de Marcó del Pont; tercero, la constitución de la Comisión Bicameral para investigar al directorio del Banco Central; cuarto, la citación al ministro de Economía, Amado Boudou, y por último el rechazo o la ratificación del DNU 298/10.

Confiados en que el ex presidente los habilitaría para sesionar, los 36 senadores no kirchneristas bajaron al recinto. El riojano nunca llegó y el presidente del bloque radical tomó la palabra: “Pedimos que se pase lista a los ausentes y tal como indican los artículos 27 y 28 del reglamento se haga una citación especial por los diarios”, señaló Morales (ver aparte). El senador radical repitió la postura de la última sesión, en la que se produjo un escenario similar. Dijo que los bloques opositores seguirán bajando al recinto todos los miércoles para sesionar aunque pierdan en algunas ocasiones. “El oficialismo cree que está ganando batallas, pero no está ganando, está evitando las batallas”, remató.

Luego siguió la catarata de críticas de la oposición, que en minoría responsabilizó al oficialismo, a sus tres aliados y también a Carlos Menem de la parálisis que sufre el Senado desde hace meses. El radicalismo denunció un pacto entre el Gobierno y el ex presidente para bloquear el Congreso, el puntano Rodríguez Saá fue muy duro con su compañero y calificó la ausencia de Menem como “injustificable”. “No tiene límite –protestó– la falta de calidad institucional a la que someten al país.”

Un párrafo especial le dedicaron los legisladores para criticar a los tres aliados del FpV, “que dicen que no son oficialistas”. “¿Por qué no vienen a sus bancas si el grito de guerra de las provincias es la coparticipación del impuesto al cheque?”, dijo la peronista salteña, Sonia Escudero.

En las más de dos horas que duraron los discursos, varios senadores opositores manifestaron su aguda preocupación por la interpretación mediática de la frustrada sesión. Morales, Juan Carlos Marino, Samuel Cabanchik y Norma Morandini pidieron que no les atribuyan la derrota de ayer. “Mañana los titulares de los diarios no tienen que decir que la oposición fracasó en su intento por X, Y o Z. Me permito decirles a los amigos periodistas que tienen que decir que una vez más el oficialismo deshonró a la República”, sintetizó Cabanchik. Otros simplemente hicieron un llamado a la “reflexión”.

Fueron el cordobés Luis Juez y la porteña María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica) quienes esbozaron una autocrítica. El primero aseguró que la oposición debe cambiar de estrategia para hacer funcionar el Congreso y hasta anunció que renunciaría a todas sus comisiones con tal de que se destrabe el conflicto por el reparto de poder. Esten-ssoro, en cambio, reconoció que ambos bandos están “en una situación de paridad” en el Senado. Sin embargo, acto seguido aseguró que “como no puede tenerlo como una escribanía, el oficialismo quiere boicotear su funcionamiento”.

Las respuestas del oficialismo no se hicieron esperar. Pichetto volvió a cuestionar el deseo de “cogobernar” por parte de la oposición. “No pueden modificar el funcionamiento administrativo y económico del Estado”, insistió. En una conferencia conjunta con el bloque de Diputados, Pichetto señaló que el grupo A intenta “lesionar al Gobierno” al derogar el DNU de utilización de reservas para el pago de deuda sin proveerle a cambio que se apruebe una ley que le otorgue herramientas al Ejecutivo.

Así, con críticas cruzadas y sin un horizonte de solución, fracasó el tercer intento consecutivo por sesionar en el Senado, que todavía no logró aprobar ni discutir ninguna iniciativa en lo que va del año, salvo por el controvertido reparto de cargos en las comisiones que fue llevado a la Justicia por la falta de acuerdos políticos.

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“No hay ningún oficialismo en el mundo que le facilite a la oposición su propia derrota parlamentaria”, dijo Miguel Angel Pichetto.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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