Luego del bloqueo a las plantas en las que se imprimen los diarios Clarín y La Nación, delegados despedidos por Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), editora del Grupo Clarín, anunciaron que decidirán nuevas medidas mañana para reclamar la reincorporación de diez trabajadores. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se refirió ayer al conflicto: “Que digan que no hay problemas gremiales es un agravio al sentido común. Hace seis años que tienen problemas con los delegados y la Justicia ha dispuesto la incorporación en dos instancias”, recordó. Aseguró que “ya se agota la imaginación” para hacer que AGR cumpla con los fallos judiciales. Los cinco despidos de diciembre, que se suman a los de 2004, dejan a los 550 empleados sin comisión interna. “Lo que hace Clarín es un atentado contra la libertad sindical”, denunció Nicolás Rivero, uno de los despedidos. Clarín y La Nación argumentaron que quienes participaron de los bloqueos estaban “impulsados por activistas gremiales y políticos”, “piqueteros” y “militantes kirchneristas y del gremio de Hugo Moyano”. Por su parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) calificó el episodio como “uno de los más graves atentados a la libertad de prensa”, denunció “la inacción estatal” y aseguró que “el derecho a manifestarse no puede cercenar el derecho a la libre expresión”.