Domingo, 10 de julio de 2011 | Hoy
EL PAíS › DANIEL SCIOLI, GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, HABLA DEL ARMADO DE LAS LISTAS, DE LA CAMPAÑA Y DE CFK
“Soy un integrante activo de este proyecto, que perseveró permanentemente y en los momentos más difíciles. No es que estoy cuando el proyecto mide más del 50, el 20 o el 30”, dice el gobernador. Definiciones sobre su compañero de fórmula, la juventud y la CGT.
Por Fernando Cibeira
Días ajetreados para el gobernador Daniel Scioli entre las tareas habituales de gestión, las reuniones con candidatos y los actos de campaña. Así, atiende a Página/12 en su despacho en el hueco que le queda entre una reunión con los sectores juveniles y un acto con sus funcionarios, y todo lleva algo de retraso. En el camino se hace tiempo para dar su visto bueno a los nuevos afiches que en los próximos días saldrán a la calle en una La Plata que ya parece saturada de publicidad política pese a que para las elecciones bonaerenses todavía falta un trecho largo. Scioli se tomará una semana en Europa antes del lanzamiento formal del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, en la tan mentada fórmula que formará junto al titular de la Afsca, Gabriel Mariotto.
–¿Cómo fue la designación de Mariotto como su compañero?
–Estamos trabajando juntos, comparte las reuniones conmigo. Vamos articulando a diario distintos temas de agenda, a mí me tiene absorbido el Ejecutivo, pero él está yendo a distintos municipios con una gran disposición a ayudarme, de honrar esta confianza que hemos depositado en él con la Presidenta para llevar adelante esta responsabilidad institucional.
–¿Pero cómo surgió su nombre?
–Surgió de una charla profunda que tuvimos con la Presidenta en Olivos, donde hablamos todos los temas que teníamos que hablar: personales, institucionales, del pasado, el presente y el futuro.
–¿Hablaron de las listas?
–De todo lo que dos personas que tienen una enorme responsabilidad pueden hablar: del país, del legado de Néstor Kirchner, de unir esfuerzos, de estar más juntos que nunca para encarar este desafío que tenemos por delante. Yo, como siempre, con el sentido de la responsabilidad y de la pertenencia a este proyecto.
–Desde su entorno se hablaba de otros dirigentes como sus favoritos para que lo acompañaran. ¿La Presidenta fue quien insistió con la candidatura de Mariotto?
–Se dijeron muchas cosas. Se lo quería descalificar al propio Gabriel diciendo que lo rechazaba y yo había hablado el día anterior con él. Tenemos una relación desde que él presentó la ley de medios en el Teatro Argentino, me acuerdo de que había ido a almorzar a su casa. Como buen deportista, sé trabajar en equipo. Lo que tiene esta propuesta en forma integral es la convergencia de distintos sectores que apoyan este rumbo nacional. Cuando el país y la provincia han encontrado un gran futuro por delante, no es momento de volver al pasado, sino de perseverar en este camino.
–Mariotto es muy frontal en la disputa que tiene el Gobierno con el Grupo Clarín, ése no es su estilo. ¿Va a cambiar ahora?
–Cada uno tiene su manera, su estilo. Tengo amigos que tienen estilos diferentes y somos amigos desde hace 30 años. ¿Qué tiene que ver? Soy una persona que tiene su manera de ser y nadie me ha pedido que la cambie. Y no lo haría porque soy así. Tengo la responsabilidad institucional de gobernar la provincia más grande del país, de trabajar codo a codo con Cristina en buscar las mejores soluciones.
–Hay quienes consideran que Mariotto actuará como “comisario político” del kirchnerismo en el gobierno provincial.
–Se dijo lo mismo, y peores cosas también, de Alberto Balestrini. Y fue un vicegobernador extraordinario, de una gran lealtad. Cuantas más dificultades he tenido, más cerca estuvo. Con Gabriel hablé de esto en profundidad. Soy una persona de buena fe y lo veo a él con las mejores intenciones. Sé que me va a ayudar con todo lo que esté a su alcance para que pueda hacer el mejor gobierno posible. Es el compromiso que asumió conmigo y lo que yo le pedí. Vengo de una experiencia muy buena y eso que hemos tenido muchos problemas; hay que acordarse, por ejemplo, del conflicto con el campo, la elección de 2009. Y mientras más dificultades aparecían en el camino, y más cizaña querían meter, más me ayudó Balestrini y más apoyo tuve del gobierno nacional. Decían que nos iban a cortar los fondos y que la provincia iba a saltar por el aire, y nunca tuvo tanto apoyo como ahora. Nunca la Presidenta me pidió que pusiera a un ministro, jamás. Trabajo con total libertad para elegir al Ejecutivo provincial. Y, de hecho, el reconocimiento que hay de parte de la Presidenta cuando convoca a mis ministros para que integren la lista de legisladores. Fue el principio de nuestra conversación. “Los necesito a Cristina Alvarez Rodríguez y a Mario Oporto para que vayan a la cabeza de la lista de diputados con Julián Domínguez”, me dijo.
–¿Qué opina, como presidente del Partido Justicialista, de las quejas que generó en algunos sectores la irrupción de varios candidatos de la juventud en las listas?
–El PJ siempre tuvo espíritu frentista. La JP y la participación de los jóvenes es algo que ha recreado Néstor Kirchner como una conquista importante y ahora Cristina está intensificando. Abrir canales de participación a los jóvenes que vienen a luchar por sus ideales, entusiasmados por lo que está ocurriendo en el país. Por eso les di esta charla a ellos y los escuché (el miércoles, en su despacho), estuvieron todos los sectores juveniles.
–¿Y cómo ve lo de Carlos Verna, que se bajó de la candidatura a gobernador de La Pampa?
–Yo tomé la decisión que considero mejor para el presente y el futuro de la provincia de Buenos Aires. A la gente le puedo dar la tranquilidad de que tenemos por delante cuatro años que van a ser muy buenos para los bonaerenses, tengo mucha confianza en lo que se viene.
–Hugo Moyano se quejó por la falta de lugares para el sindicalismo. ¿A usted le plantean esas señales de descontento?
–Hace a la naturaleza de cada organización que aspire a tener lugares. Pero fue muy clara la posición que tuvieron en la reunión del miércoles los representantes de la Juventud Sindical. “No se confundan, que hayamos planteado ese tema no significa que no estemos con este modelo. Al contrario, este modelo nos ha dado logros y avances a los trabajadores”, dijeron acá, tanto Facundo Moyano como Federico Sánchez. Lo dejaron planteado con claridad. “No nos vamos a subir a ningún tren fantasma”, dijeron. Textual.
–Uno que se fue es el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, que se pasó al duhaldismo. ¿Imagina que ese camino puede ser imitado por otros intendentes?
–Los intendentes ven cómo avanzaron sus municipios y cómo el trabajo articulado de la provincia con la Nación les dio importantes logros. La amplísima mayoría va a cuidar esto. Cariglino tomó otro camino, bueno, nosotros ya tenemos nuestro candidato en Malvinas, que es Luis Vivona.
–¿Va a tener que competir en las primarias contra Mario Ishii?
–¿Y? Las primarias están abiertas para todos los que quieran participar. Yo sigo adelante con mi trabajo. Confío en lo que estoy haciendo y creo en la gente, espero tener el respaldo para seguir adelante con todos estos cambios.
–Otro competidor, pero en octubre y en lista de adhesión, será Martín Sabbatella. ¿Le molesta esa candidatura?
–Repito: creo en mi trabajo y confío en la gente. La gente puede tener la tranquilidad de que Cristina y Scioli, ese equipo que viene desde 2003 hasta ahora, tienen la posibilidad de seguir adelante. Soy un integrante activo de este proyecto, que perseveró permanentemente y en los momentos más difíciles. No es que estoy cuando el proyecto mide más del 50, el 20 o el 30, o si hay problemas con un sector o el otro yo me alejaba o me acercaba. Mientras más dificultades encontraba en el camino, más hice para honrar la confianza que depositaron en su momento.
–En el acto que hizo esta semana, Sabbatella dijo que usted no expresa el rumbo del gobierno nacional y que la provincia tiene uno de los índices más bajos en inversión social.
–¡Por favor! Como nunca la provincia invirtió en cloacas, agua potable, asfalto, políticas sociales. No quiero polemizar porque la gente lo vive a diario en su barrio. Teníamos el 40 por ciento de cloacas y agua potable y hoy tenemos más del 70.
–Ricardo Alfonsín se juntó con Francisco de Narváez y aseguraron que la provincia pasó de los primeros a los últimos lugares del país en materia educativa.
–Como nunca se invirtió en educación. Las escuelas nuevas, los jardines nuevos..., por favor. Hemos avanzado en el sistema educativo, equipamiento de escuelas técnicas, conectividad, bajamos la deserción escolar, inglés a partir de cuarto grado. Cuatro millones de alumnos, 19 mil escuelas, 300 mil docentes. Pero cuando se está en campaña es fácil criticar, hablar.
–¿Cómo ve esa alianza entre Alfonsín y De Narváez?
–Creo que genera incomodidad entre los radicales. También al otro lado. Genera contradicciones. Cuando uno va en una elección compartiendo con unos dirigentes y en otra elección con otros, la gente lo percibe. Por eso la intención de la oposición y la diferencia y la contundencia del oficialismo, que es un equipo que viene perseverando desde 2003.
–¿No teme que se repita el resultado de 2009?
–Es un contexto totalmente diferente. Hubo un tiempo muy importante en el que la Presidenta fue tomando decisiones trascendentes, altamente valoradas por la sociedad, que ha visto avanzar a la provincia como nunca y por eso este respaldo que sentimos. Aparte, una cosa es una elección legislativa y otra es una ejecutiva. Hay candidatos que se potencian en las legislativas que después la gente piensa “Oia, éste va a tomar decisiones por mí, ¿éste es capaz de solucionar mis problemas?”. Ahí cambia el sentido del voto.
–Un reclamo opositor es que la provincia de Buenos Aires dejó de reclamar lo que le corresponde por coparticipación.
–¿Quién dice que dejamos de reclamar? Lo que pasa es que no andamos cacareando por ahí, hacemos las cosas responsablemente donde deben hacerse. La Ley de Coparticipación Federal exige un acuerdo de todas las provincias y la Nación, no es un tema unilateral de la provincia de Buenos Aires. Mientras tanto no me quedé rezongando por los puntos de coparticipación que en su momento cedió la gestión radical en la provincia. Me puse a trabajar en la reforma fiscal que permitió que la provincia tuviera el 60 por ciento del presupuesto cubierto con recursos propios.
–Parece difícil que la seguridad deje de ser en algún momento el primer tema de preocupación de los bonaerenses.
–Sí, pero hay avances muy claros, lo dicen los intendentes. Hay una policía activa con una legislación vigente por la que, una por una, van cayendo todas estas organizaciones en la lucha que estamos dando contra la droga, desmantelando los desarmaderos, destruyendo armas.
–¿No imagina cambios en la política de seguridad en los próximos cuatro años?
–El camino es la prevención, también la inclusión social. Estoy trabajando fuerte en las causas profundas de los niveles de inseguridad.
–¿Va a tener en cuenta los cuestionamientos que se hicieron a la política de seguridad bonaerense desde los sectores agrupados en el Acuerdo para una Seguridad Democrática?
–Toda crítica la escucho. Estoy abierto, especialmente en este tema que es defender la vida de la gente, a todo lo que podamos ir mejorando. Este es un gobierno abierto que escucha. Tenemos el Consejo de Seguridad Provincial donde participan la oposición y distintos sectores y donde vamos consensuando distintos tipos de iniciativa. Cerrar los calabozos en las comisarías, bajar el número de detenidos, eso lo hemos hecho en forma sostenida.
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