Domingo, 23 de marzo de 2014 | Hoy
EL PAíS › DIALOGO CON CUATRO POSTULANTES DEL FRENTE UCR, CC, FAP Y P. SUR
Después de la primera reunión en diciembre, el próximo 22 de abril lanzarán su frente electoral en un teatro porteño. En diálogo con Página/12, los referentes hablaron del nuevo espacio, de sus aspiraciones de cara a 2015, de la relación entre ellos y la posibilidad de un acuerdo con el PRO de Mauricio Macri.
Por Nicolás Lantos
Durante 2013, a la par que se desarrollaba la experiencia de Unen en la Ciudad de Buenos Aires, Pino Solanas llegó a una conclusión: su idea de conformar una fuerza por fuera del bipartidismo histórico resultaba una limitación a su proyecto político. Ahora, algunos meses más tarde, el senador porteño es uno de los artífices del acuerdo que extenderá esa alianza, que incluye a la UCR, a todo el país con un objetivo claro: conformar una oferta competitiva en las presidenciales de 2015, donde él mismo se ve como precandidato de ese espacio. “Es necesario construir una mayoría”, resumió su nueva obsesión, en un diálogo con Página/12 en el que definió las bases de este nuevo espacio.
–El año pasado, antes de las PASO, se intentó sin éxito hacer una alianza nacional entre todas las fuerzas que ahora anunciaron un frente. ¿Qué cambió en estos meses que permitió avanzar en ese sentido?
–Las construcciones requieren paciencia. Se ha trabajado mucho, la experiencia de Unen fue exitosa: que un conjunto de fuerzas que ha venido compartiendo muchos proyectos y muchas posiciones pueda construir un espacio diverso a partir de grandes coincidencias. No ocultamos que tenemos diferencias, forman parte del debate interno. En las democracias modernas o construís mayorías o sos una fuerza testimonial.
–¿Cómo se inscribe este frente, que incluye a la UCR, en su histórico discurso contra el bipartidismo?
–Hay dos grandes culturas políticas en todo el país, que seguirán existiendo siempre: el radicalismo y el peronismo. Esas dos culturas políticas no tienen necesariamente mucho que ver con las desviaciones que se han producido en su nombre. En nombre del peronismo y del radicalismo aquí se hicieron proyectos individuales de poder: son los casos de Insfrán, Gioja, Zamora, son construcciones de poder y de negocios que se esconden debajo de banderas partidarias...
–¿A Gerardo Morales o Julio Cobos no los incluye en esa categoría?
–No, no. Ellos son expresiones del radicalismo... con muchas de esas alas del radicalismo hemos compartido proyectos y construido juntos en el Congreso y en la Legislatura porteña. Lo importante es que la experiencia enseña: hoy estamos absolutamente convencidos de que es necesario construir una mayoría y ése es el objetivo. Estoy convencido de que este espacio tiene todas las chances de ser gobierno en 2015. Estamos en el ocaso de un ciclo. La calle está pidiendo un cambio, no una variante de lo mismo.
–¿Sobre qué coincidencias básicas van a montar este frente?
–Las primeras coincidencias surgieron por la necesidad de más y mejor república, la defensa de la Constitución, colocar la lucha contra la corrupción y la mafia del narcotráfico y la trata de personas como temas centrales. Además se trata de la unión de fuerzas que han estado siempre contra la dictadura y a favor de los derechos humanos. También proponemos luchar contra la pobreza, reconstruir el transporte público, la defensa del medio ambiente, el tema del empleo joven y de la clase pasiva.
–¿Y en cuanto a cómo lograr esos objetivos hay un núcleo programático?
–Acá no estamos ante una sola corriente, una sola mirada sobre estos temas. Esta fuerza está unida y se puede unir porque estamos de acuerdo en dirimir el debate interno y las legítimas ambiciones de distintos candidatos en las internas abiertas y obligatorias. La riqueza del espacio es que de acá a agosto de 2015 va a haber un debate muy rico al respecto.
–¿Cómo definiría políticamente a este frente?
–Es un espacio de centroizquierda, indudablemente. Todas sus propuestas se orientan en esa dirección.
–¿Ya tiene un nombre definido?
–Seguramente será Frente Progresista-Unen, pero no he estado en las últimas reuniones. Se va a confirmar en el lanzamiento del 22 de abril.
–¿Está contemplada la posibilidad de sumar nuevos socios?
–Son los siete partidos nacionales. Hay que ver cómo baja todo esto en las provincias, seguramente se acercarán fuerzas progresistas que quieran incorporarse.
–¿No habrá, entonces, negociaciones con el PRO?
–Sobre eso ya se manifestaron los presidentes de todos los partidos que conforman este espacio. No hay nada más que agregar.
–¿Usted será precandidato a presidente en esta alianza?
–Estamos trabajando para eso, en su momento haremos nuestro anuncio.
Por Miguel Jorquera
El socialista Hermes Binner es el candidato del FAP en la nueva alianza de centroizquierda. Admite que cinco precandidatos presidenciales son demasiados y considera que, aunque no habría problemas para dirimirlo en las PASO, varios de ellos podrían converger en una misma fórmula con más de un partido. No descarta sumar “una pata peronista” al nuevo frente, pero no se imagina compartiendo una misma propuesta política con Mauricio Macri –como sugirió su aliada Elisa Carrió–, aunque “tampoco le pongo bolilla negra”. De todas maneras, afirma que “hay que andar, el no estar negados a la realidad nos permite también actuar con cierta frescura y es lo que tiene hoy valor para construir una Argentina mejor”.
–¿Cuáles son sus expectativas puestas en la presentación en sociedad de este nuevo frente de centroizquierda?
–De alguna manera es una respuesta a lo que nos pide la gente en la calle: “¿Por qué no se unen?”. Ese es el motivo por el que nos comprometemos a sumar más comensales a la mesa y ver de qué manera podemos recuperar la idea del consenso como elemento fundamental. Por eso vemos como muy importante las votaciones que se logren en Diputados y en el Senado. Con votaciones consensuadas entre todos los integrantes vamos a demostrar que hay capacidad de diálogo y entendimiento.
–Dentro del frente algunos consideran que cinco candidatos son demasiados, incluyendo a los dos radicales, y que a mitad de año debería haber sólo tres para concentrar y consolidar las aspiraciones electorales. ¿Usted qué piensa?
–Todos tienen representatividad y hay que respetar las individualidades que integran la coalición. Con las PASO, que compitamos todos es una situación posible. Pero, al menos la impresión que tengo es que se van a buscar fórmulas combinadas y que integren más de un partido.
–¿Qué es lo que lo diferenciaría del resto de los precandidatos?
–No estamos hoy en eso, las elecciones son el año que viene, hay tiempo para definir candidaturas. Lo que nos parece importante es remarcar cuatro temas que son fundamentales en la marcha del país: uno es la inflación, la inseguridad y el narcotráfico, la crisis energética y la exclusión social.
–Existe un debate en torno de la reforma del Código Penal en el Congreso, incluso hay opiniones divididas dentro del FAP. ¿Cuál es su postura?
–Esto es bueno porque está en debate, pero es un tema demasiado importante para tratarlo con la brevedad con que se lo pretende tratar.
–La ex diputada socialista María Elena Barbagelata fue una de las integrantes de la comisión redactora, ¿no coincide con ella?
–Por supuesto que sí, pero el debate está aún fuera del Parlamento.
–¿Cree que hay que dar el debate sobre el nuevo Código en el Congreso?
–Esa es una decisión del Ejecutivo y cuando crea conveniente lo enviará con todas las enmiendas que considere. En el Congreso lo discutiremos, por supuesto.
–Usted afirma que en el nuevo frente está todo el arco progresista, ¿alcanza con eso para ganar una elección presidencial?
–Alcanza para empezar a pensar que se puede gobernar el país de otra manera. No compartimos muchas de las cosas que están ocurriendo. Hay que pensar en la territorialidad, en el federalismo e identificar los problemas esenciales en cada rincón del país.
–El Frente Renovador sigue tentando a intendentes radicales para que pasen a su filas, ¿a ustedes les falta una pata peronista en el frente?
–Tenemos sectores del peronismo que nos apoyan y nos ayuda que nunca hemos sido antiperonistas. La amplitud que planteamos tiene que ver con esa visión.
–¿Pero están trabajando para sumar a algún otro sector del peronismo?
–Somos ocho partidos nacionales los que estamos en esta nueva fuerza. Se abre una gran posibilidad y tenemos que cultivar la cultura de la coincidencia.
–Carrió abrió un debate al interior del frente cuando planteó la posibilidad de ampliar la alianza con el PRO, ¿comparte esa visión?
–Hay que andar, el no estar negados a la realidad nos permite también actuar con cierta frescura y es lo que tiene hoy valor para construir una Argentina mejor.
–¿Usted cree que podría coincidir con Macri en un proyecto político?
–Me parece que no, pero no soy quien para ponerle bolilla negra a nadie. En definitiva, es la gente la que va a decidir con su voto y esto es lo valioso de la democracia.
Por Sebastian Abrevaya
Con su candidatura presidencial ya definida, Julio Cobos asoma como uno de los principales referentes de la alianza entre la UCR, la Coalición Cívica, el FAP y Proyecto Sur. El ex vicepresidente atiende a Página/12 durante un viaje a San Carlos para apoyar a los candidatos del radicalismo en una elección de concejales. “Hay que darles un empujoncito a los muchachos”, dice con el mismo tono campechano con el que descarta por completo un acuerdo con Mauricio Macri. “Una foto no implica nada, es un gesto de cordialidad”, se defiende el flamante presidente de la comisión de Educación, que aprovecha para cuestionar a Gerardo Zamora pero, al mismo tiempo, discrepar con la UCR por haber votado en contra de su designación como presidente provisional del Senado.
–Sigue dando vueltas el tema de un acuerdo con Macri. Usted hace poco se sacó una foto con él. ¿Hay alguna posibilidad de acercamiento?
–No. Está todo definido. El hecho de que uno se saque una foto en la Vendimia no implica nada. Me he sacado fotos con Scioli, con varios que estaban ahí. Son gestos de cordialidad. El espacio es éste y está definido. No creo que haya ninguna posibilidad de acuerdo con el PRO, no le hace bien al PRO ni a nosotros.
–Pero Carrió y Aguad plantearon que había que ampliar más el frente...
–Bueno, sí, puede ser. Pero ya está definido. La decisión es ésta. Todos los que han participado en la construcción de este espacio, que avanza sobre la base de un acuerdo de estos sectores, que son ocho partidos.
–¿Cómo identificaría políticamente a este frente?
–Como una alternativa socialdemocrática. El radicalismo ha sido siempre un partido de centro, pero de alguna manera un poquitito más corrido a la izquierda.
–En otra entrevista, dijo que Sanz era un Cabernet y usted un Malbec, ¿a qué se refería?
(Risas) Fue por la ubicación geográfica. Uno es del norte y otro, del sur (de Mendoza).
–¿No tiene que ver con la personalidad de cada uno?
–(Risas.) No, fue eso nada más, un comentario.
–Entonces no va a decir qué vino serían Carrió, Binner y Solanas...
–(Risas.) No, no, no, con eso ya no me voy a meter. No son mendocinos.
–¿Cómo tomó las críticas por convertirse en presidente de la comisión de Educación?
–En realidad, el radicalismo fue a buscar las comisiones que por proporción le tocan. Esto surgió del oficialismo, habrán evaluado el resto de las comisiones y, bueno, se tendrían que haber quejado al justicialismo. Yo voy a trabajar para buscar consensos y darle un poco más de agilidad.
–¿Va a reimpulsar la iniciativa de utilizar las instalaciones militares para educación?
–Veremos si hay consenso. El problema es la terminalidad educativa y los oficios. Esto se hizo en Mendoza, acordado con Kirchner y con el ministro de Defensa de entonces. Se ocupaban las instalaciones ociosas pero los docentes los poníamos nosotros. Se estigmatiza ese proyecto cuando en realidad lo que uno buscó es no desperdiciar el lugar. Se ha querido instalar como que uno los quería mandar a cumplir disciplina militar de vuelta y no es así.
–Al asumir como presidente provisional, Gerardo Zamora dijo que él mantenía su compromiso con el Frente para la Victoria y deslizó una crítica hacia usted...
–Zamora es del Frente para la Victoria, no es más del radicalismo. Está en su derecho. No tiene nada que ver con una concertación porque es una plena adhesión. Piensa igual, le gusta la permanencia en el poder, cosas que desde el radicalismo no compartimos. Ha querido impulsar una tercera reelección y yo me he opuesto al tema de una reelección. La decisión pasa por el Frente para la Victoria, así como ellos no opinan de quién es el vicepresidente primero, que le corresponde a la UCR.
–Pero la UCR en el Senado votó en contra de la designación de Zamora. ¿Usted hubiera votado a favor?
–Habrán querido ser críticos. Son decisiones que le corresponden (al oficialismo) y hay que respetarlas. Si hubiera estado en el Senado, la habría respetado. A menos que sea alguien con antecedentes penales o de lesa humanidad.
–¿Qué le pareció el afiche de la UCR sobre el 24 de marzo?
–Me parece que le están dando más importancia de la que tiene. Es de la Juventud y la juventud es transgresora. Tanto el radicalismo como el kirchnerismo han hecho cosas por los derechos humanos. Quizá todo venga por el tema de Milani.
Por S. A.
Administrando las tensiones entre la presidencia del Comité Nacional y sus aspiraciones presidenciales, el senador radical Ernesto Sanz es un actor central de la alianza que se lanzará el 22 de abril. En diálogo con Página/12, Sanz rechazó un acuerdo con el PRO y señaló que con Macri piensan de “distinta manera”. Sin embargo, aclaró que una vez consolidada, será la nueva coalición la que deberá definir si se abre o no a otros jugadores. El mendocino consideró que el nuevo frente le aportará “equilibrio” al sistema de partidos. Además, evitó polemizar con su principal competidor, Julio Cobos y rechazó que sea perjudicial para la UCR presentar dos alternativas mientras los otros partidos tienen un candidato cada uno.
–Sigue dando vueltas el tema de un acuerdo con Macri, ¿hay alguna posibilidad de que compitan en una primaria?
–Nosotros vamos a cerrar con los que estamos hoy. Somos los que somos y la coalición una vez que esté consolidada y en funcionamiento será la encargada de discutir si abre o no a otros jugadores. En este momento los que cerramos somos nosotros. Respecto de lo de Macri me parece que es bueno que la sociedad tenga opciones consolidadas entre los que piensan de distintas maneras. No es bueno juntarse por juntarse. No es bueno solamente tener una mirada cuantitativa, hay que tener una mirada cualitativa. Después de que la sociedad elija, creo que la Argentina que viene va a necesitar muchos acuerdos de gobernabilidad sobre políticas de Estado.
–¿Entonces cree que la propuesta de Macri y la de ustedes son diferentes?
–Exactamente. Y está bueno que las propuestas diferentes desde sus respectivos lugares le aporten a un equilibrio del sistema político. Lo que no significa que, después, gane el que gane sea capaz de tener una mirada amplia y generosa para poder construir lo que este país hace mucho tiene pendiente que son políticas de Estado. El modelo que me parece novedoso y muy fuerte, el de Peña Nieto en México, donde fueron capaces de ir con propuestas separadas, uno ganó, pero luego convocó a los otros para celebrar políticas de Estado.
–Algunos señalaron que el modelo es la concertación chilena...
–Eso es lo que estamos haciendo en este espacio progresista. Con la alternativa que estamos construyendo le aportamos equilibrio al sistema político en Argentina. Y sin la hipocresía de presentarse como algo nuevo cuando en verdad no se lo es. Y con la coherencia de defender principios y una ideología que compartimos no de ahora sino desde hace muchísimo tiempo con todos los protagonistas del espacio. Esos dos elementos son claves para entender la importancia de esta coalición.
–¿Cómo se definirían en términos políticos?
–Es un espacio que fundamentalmente tiene por cometido romper con la cultura de la decadencia para ir hacia una cultura del progreso. Los países eligen vivir en la decadencia o en el progreso. Nosotros pretendemos ser los abanderados de los que eligen el progreso.
–Cobos dijo que usted es un cabernet y él un malbec, ¿qué le pareció esa definición?
–(Risas.) Es una broma mendocina que la tomo con mucho gusto y me pareció muy simpática.
–El cabernet es un vino más fuerte, con más personalidad, en cambio el malbec es más suave...
–Julio, cuando dijo eso, lo dijo para tener una visión mendocina y muy generosa de que somos dos activos que tiene el radicalismo de Mendoza y eso es lo importante.
–¿No es perjudicial para la UCR que presente más de un candidato?
–No, de ninguna manera. Es un activo y debe ser visto de esa manera. Un partido político que tiene más de un candidato es un partido dinámico, fuerte, sólido, que tiene opciones. No lo veo como una debilidad.
–¿Qué le parecieron los afiches de La Cámpora respondiendo a los de la UCR por el 24 de marzo?
–En el tema de derechos humanos el Gobierno tiene logros y tiene retrocesos y lo que la JR puso sobre el tapete, con la frescura de la juventud, son las contradicciones del kirchnerismo. Que tiene que aguantarse estas cosas porque siempre sobreactuaron ser los únicos dueños de los derechos humanos. Y como no lo son y han cometido muchos errores como el de Milani, esto forma parte del debate. Lo mismo decimos nosotros en las sesiones del Senado y a nadie se le cae nada. Si hay algo que tiene de positivo el debate es que no hay hipocresía, cada uno dice lo que piensa.
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