En el marco de su asamblea nacional que concluye mañana en Guaymallén, Mendoza, Cáritas decidió que en los próximos tres años centrará su acción en “animar la comunidad eclesial al diálogo y la solidaridad, generando procesos de inclusión social y participación ciudadana”, tarea que se hará “desde los valores del Reino y desde el protagonismo de los pobres”, contribuyendo a “transformar la realidad, en cooperación con comunidades cristianas, otras confesiones religiosas, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales”. La institución católica se propuso a su vez “trabajar con la familia y la comunidad local tanto en el cuidado de la defensa de la vida en todas sus formas, como en las acciones que se aborden: ayuda inmediata, salud, educación, trabajo, tierra, vivienda, ecología”.

El organismo, presidido ahora por el obispo de Merlo-Moreno, Fernando Bargalló, renovó ahora sus líneas de acción para los próximos tres años, coincidiendo con la celebración de los cincuenta años de su creación. Del encuentro, que se inició ayer en Guaymallén y se extenderá hasta mañana, participan más de quinientos voluntarios provenientes de todo el país. En diálogo con Página/12 el obispo Bargalló destacó la “metodología participativa” que sirvió de base a las decisiones adoptadas en la asamblea. “Las líneas –dijo– se vinieron amasando desde las bases, desde las parroquias, las diócesis y las regiones, para luego concluir en el consejo federal y en la asamblea”. De acuerdo a lo señalado por el presidente lo que ahora se decidió “es el resultado del discernimiento y la reflexión conjunta” a partir de “una mirada a la situación y de poner el oído a la realidad de nuestro tiempo”.

Analizando las decisiones adoptadas Bargalló sostuvo que la determinación de “ser discípulos de Cristo al modo del buen samaritano” exige “ver al hermano herido al borde del camino, ver a los excluidos que están al borde del camino, bajarse del caballo, hacerse cargo”. Porque “así como Cristo es el buen samaritano de la sociedad, nosotros tenemos que reconocer los desafíos de nuestro tiempo, en orden a la construcción de una sociedad más justa, más solidaria y más fraterna”.

Respecto del compromiso de “participación ciudadana” de Cáritas el obispo Bargalló dijo que “el cristiano debe vincular su fe al compromiso social y político. Esto quiere decir, no ser mero habitante sino ciudadano”. Esta tarea, subrayó, tiene que llevar a “reconocer y fortalecer las mediaciones que se dan tanto a través del Estado como de las instituciones intermedias que van haciendo la nación”. Una de las novedades de la acción de Cáritas, según lo señaló su presidente, será poner mayor énfasis en la labor de educación “especialmente en acciones educativas que promuevan el trabajo, en capacitación en organización, en fomentar microemprendimientos”. Y todo ello, insistió Bargalló realizado “en cooperación con otras comunidades cristianas, otras religiones, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales”. Esta tarea pondrá “la centralidad en la familia y en la comunidad local, asumiendo a la persona con sus vínculos familiares, cualquiera sea su realidad de familia, y en el contexto de la realidad local”. En la asamblea también se presentó la nueva Comisión Nacional designada por la Conferencia Episcopal Argentina, encabezada por Gabriel Castelli, director nacional en reemplazo de Eduardo Serantes.