El juez federal de Mendoza Walter Bento declaró ayer la inconstitucionalidad del indulto –firmado por el ex presidente Carlos Menem en 1989– que dejó en libertad al ex general Luciano Benjamín Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército. El represor está imputado por el asesinato del poeta y militante Francisco “Paco” Urondo, el secuestro y la desaparición de su mujer Alicia Raboy y su hija Angela, luego restituida.

La causa fue promovida por Javier Urondo, hijo del poeta, e impulsada por los abogados Pablo Salinas y Alfredo Guevara (h), del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos (MEDH). “Es un primer paso para la reanudación o consecución de juicios paralizados para llegar a los represores máximos, porque en el caso de esta provincia la jurisdicción del Ejército pertenecía a la central de Córdoba bajo el mando de (Luciano Benjamín) Menéndez”, comentó Guevara. El comisario general Juan Agustín Oyarzábal, el subcomisario Luis Rodríguez –que confesó su participación en el crimen– y el sargento Celustiano Lucero ya están detenidos por esta y otras causas. Todos ellos integraban el centro clandestino de detención D2, el más grande de la provincia de Mendoza y por el que se estima que pasaron casi 300 personas.

A Menéndez ya se le había anulado su indulto en Córdoba, donde fue juzgado y condenado por la desaparición de Humberto Brandalisis. Hace un mes, el represor se negó a declarar por el asesinato de Urondo y aclaró que sólo hablaría ante un tribunal militar. “Estamos bastante avanzados con esta causa. Están las pruebas tomadas, está casi terminada la instrucción y hay un imputado que confesó. Creemos que en dos o tres meses, después de la feria judicial, vamos a llevar a Menéndez a juicio oral”, le dijo Salinas a Página/12, y afirmó que actualmente se están investigando 60 casos por desapariciones en Mendoza.

Menéndez está temporariamente detenido en Tucumán, donde está siendo interrogado por la Justicia de esa provincia. El jueves se negó a declarar por las desapariciones de Raúl Araldi, esposo de Diana Oesterheld –la hija del autor de El Eternauta–, y de Rolando Coronel y su hija Marta. En este caso también fue citado ayer el dictador Antonio Bussi, quien tampoco quiso responder preguntas.

Urondo fue asesinado el 17 de junio de 1976. Había viajado a Mendoza en mayo tras una orden de la agrupación Montoneros, con el fin de organizar la resistencia al terrorismo de Estado. Debía encontrarse con un compañero, pero al llegar al lugar de la cita se dio cuenta de que su contacto había sido capturado. Su presencia no pasó inadvertida y empezaron a perseguirlo. El poeta huyó en auto con su mujer y su beba –algunos familiares hablan de una tercera persona que sería una amiga de la pareja– y, al verse cercado por las balas, hizo descender a su mujer y a su hija para que escapen mientras resistía a sus captores. Antes de ser secuestrada, su mujer logró dejar a la beba en un corralón y fue encontrada luego por sus abuelos en la Casa Cuna.

La resolución de ayer se suma a otras cuatro causas en las que se declaró la inconstitucionalidad de los indultos. Dos de estos fallos fueron en las megacausas por los crímenes en la ESMA y Primer Cuerpo del Ejército. Los otros fueron en Rosario y Córdoba. Además fueron impugnados por organismos de derechos humanos las normas que favorecieron a los ex comandantes y al ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz. A este último caso se sumó una presentación de la Secretaría de Derechos Humanos.

Informe: Emilio Ruchansky.