La Corte Internacional de La Haya dará a conocer hoy a las cinco de la mañana (las 10.00 en Europa) la respuesta al pedido argentino de frenar la construcción de las plantas de Botnia y Ence en Fray Bentos. Aunque se trata de una medida cautelar, el fallo tiene una enorme importancia porque marcará el futuro inmediato del conflicto.

Las delegaciones de los dos países llegaron ayer a Holanda para recibir la notificación. Argentina pidió a la Corte –el máximo organismo de Justicia de Naciones Unidas– que determine como cuestión de fondo si el Uruguay violó un tratado firmado en 1975, en el que ambas naciones establecieron que cualquier decisión que afectara al río Uruguay (como la instalación de las pasteras) debería ser compartida. Hasta tanto se resuelva ese punto, y por el peligro de contaminación, también se solicitó una medida provisoria o cautelar que frenara las obras.

El tribunal puede aceptar o rechazar el pedido, pero también existe la posibilidad de que proponga una solución alternativa. Resuelva lo que sea, no habrá instancia de apelación y será de cumplimiento obligatorio.

Tras mantener una reunión de trabajo en La Haya, la jefa del equipo argentino Susana Ruiz Cerutti reveló que los jueces están dispuestos a acelerar sus tiempos para que el tema de fondo no demore los cinco años que les llevaría habitualmente. “La presidenta de la Corte nos va a recibir para tratar (además de la cautelar) la cuestión de fondo, lo que muestra que están dispuestos a agilizarse”, señaló. También sostuvo que espera “con cautela” las novedades de hoy.

Por su parte, el canciller Jorge Taiana, de viaje en la provincia de San Juan, dijo tener “una gran confianza en que la Corte impida que se contaminen las aguas del río Uruguay y por eso estamos bregando”.

Una de las especulaciones que hicieron circular ayer voceros del Gobierno es que los jueces podrían resolver el fondo del caso a finales del año que viene. Pero lo que importa ahora –especialmente en Gualeguaychú, donde los vecinos suspendieron sus medidas de fuerza, pero Botnia continuó con la construcción– es el resultado de la medida cautelar.

“Hay mucho nerviosismo. Vamos a reunirnos a las cinco de la mañana en el teatro para esperar el fallo; a las ocho (la secretaria de Medio Ambiente) Romina Picolo-tti va a ofrecer una traducción del dictamen, y seguramente pasaremos el día en debate para definir un rumbo”, dijo desde la ciudad entrerriana Gustavo Rivollier, integrante de la asamblea. El clima es tenso también del otro lado de la frontera, donde ayer un móvil de un canal de televisión porteño tuvo problemas para cruzar al Uruguay. El gobierno de Tabaré Vázquez anunció que dará una conferencia de prensa a las 10 de la mañana.

En la audiencia en Holanda, Ruiz Cerutti estará acompañada por el embajador Santos Goñi Marenco, el director del Instituto del Servicio Exterior Horacio Basabe y los abogados Marcelo Kohen y Alain Pallet. A la comitiva uruguaya la integran el embajador Héctor Gros Espiell, Carlos Gianelli, un técnico residente en los Estados Unidos, y dos ingenieros.

La lectura del fallo se realizará en el Gran Salón de la Corte Internacional. Los representantes de los dos países se reunirán con la presidenta del tribunal, Rosalyn Higgins, para examinar la disposición del tribunal. Una hora después se llevará a cabo el anuncio ante los medios.

Para Ruiz Cerutti, la Corte “puede dar lugar a nuestro pedido, a los cuatro puntos o sólo a alguno, pero también puede dictar una medida sobre algo que nadie le pidió, por eso es muy difícil hacer un pronóstico”. Argentina y Uruguay no descartan reabrir la negociación diplomática, lo que consideran como “la mejor salida”. Si esto se da, los gobiernos tendrán frente a sí una postura firme contra las papeleras de Gualeguaychú: allí no quieren controles de prevención, sino la relocalización de las plantas.