Con la aprobación de un dictamen por la mayoría en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, el oficialismo avanzó en la creación de una comisión bicameral –que ya tiene la media sanción del Senado– para reglamentar los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que emite el Poder Ejecutivo. El Frente para la Victoria contó con el apoyo del Peronismo Federal, que también le brindaría los votos para alcanzar en el recinto de sesiones la mayoría especial necesaria para transformar en Ley el proyecto de Cristina Fernández de Kirchner. Aunque fragmentada y con dictámenes diferentes, la oposición coincidió en el reclamo de ponerle plazo al tratamiento parlamentario de los decretos, que la iniciativa oficial no establece. Gran parte del debate giró en torno del valor del “silencio” legislativo, para evaluar cuál sería la vigencia jurídica de los DNU en caso que el Congreso no los ratifique ni rechace.

El presidente de la comisión, Juan Manuel Urtubey, defendió la propuesta promovida por Cristina Fernández de Kirchner y confirmó que el oficialismo no estaba dispuesto a cambiar ni una sola coma del texto aprobado en el Senado. Allí comenzó el debate que se prolongó por tres horas.

Urtubey rechazó que el silencio del Congreso “implique una sanción ficta” como denunció la oposición. “Nosotros no vamos a asignar un valor al silencio que no corresponde ni por la negativa ni por la afirmativa”, apuntó el diputado salteño. Urtubey señaló además que la iniciativa “es un gran avance para la calidad institucional” y dijo que “la peor situación es la actual, donde prácticamente no se discutieron los DNU”.

Los diputados del Frente para la Victoria Rodolfo Roquel, Diana Conti, Stella Maris Córdoba, Rosario Romero y Luis Cicogna también defendieron la posición oficial. En tanto el peronista federal Jorge Landau, expresó que el dictamen del Senado “se ajusta a lo que dispone la Constitución”. Su bloque –que aglutina a los ex duhaldistas alineados con el Gobierno– garantizó el quórum para sesionar, además de prometer las manos para que el oficialismo alcance los 129 votos que requiere la mayoría especial para transformar en ley el proyecto.

Aunque fragmentada, la oposición coincidió en el reclamo de ponerle plazo al tratamiento parlamentario de los DNU. “Este proyecto no cambia nada. El Presidente emite decretos que el Gobierno considera vigente porque el Parlamento no los trata. Ahora tampoco le pone plazo a su tratamiento, con el agravante que si el Congreso en algún momento deroga alguno de los DNU generaría aun más inseguridad jurídica”, afirmó el diputado del ARI Adrián Pérez. El ARI proponía 40 días para que el Congreso trate los DNU y que vencido ese plazo el decreto sería considerado nulo.

Mario Negri fue el encargado de exponer la posición del radicalismo. Indicó que desde la reforma constitucional de 1994, cuando se normatizaron los DNU, él sostuvo que el silencio del Congreso sobre el texto debería indicar rechazo. “Al no haber plazos es una abstracción. Si expresamente no tiene plazo no tiene efecto alguno”, destacó el diputado cordobés, y recordó que de los DNU emitidos por el PE Nacionaldesde el ‘94 en adelante “sólo el 15 por ciento tuvo un pronunciamiento del Congreso”.

A su turno, el macrismo Federico Pinedo defendió el dictamen del interbloque Propuesta Federal que redactó el ex radical Jorge Vanossi y proclamó su rechazo al proyecto oficial. “Se pretende que con el apoyo de una sola cámara el DNU mantenga su vigencia; mientras que el Congreso que tiene facultad legislativa necesita la aprobación de ambas cámaras, el Presidente que no tiene esas facultades necesitaría sólo una a favor para poder dictar leyes, lo que es incalificable”, dijo Pinedo.

Con el dictamen favorable en sus manos, el bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ aspira a tratar el proyecto la semana próxima. Aunque lo más probable es que recién se pueda debatir en el recinto de sesiones en la última semana de julio o la primera de agosto, porque la oposición no otorgará los dos tercios para su tratamiento sobre tablas.