Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a otros organismos de derechos humanos, exigieron ayer al jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, que “cumpla con su palabra y con los convenios firmados” para la construcción del Parque de la Memoria. Las organizaciones dijeron que “cayeron sin explicación y sorpresivamente” dos licitaciones destinadas a la creación de este predio que fue pensado para brindar información histórica sobre el terrorismo de Estado y para funcionar como espacio para que familiares de desaparecidos puedan recordar a sus muertos, que permanecen sin tumba.

Estela Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, afirmó que “no estamos buscando enfrentamientos, sino que el Gobierno de la Ciudad cumpla con los convenios que firmó”.

El gobierno porteño había aclarado anteayer que la licitación fue declarada desierta porque se presentó una sola empresa, cuya oferta superaba en un 20 por ciento el presupuesto oficial, y se realizó una nueva convocatoria que tiene un inicio de obra previsto para el año próximo. Los organismos de derechos humanos que conforman la Comisión Pro Monumento habían declarado que “es necesario terminar la obra y no transformarla en una discusión de campaña electoral”.

Las licitaciones en cuestión están destinadas, por un lado, a proveer el material para construir las placas que cubrirán un cenotafio con el nombre de los desaparecidos y, por el otro, a aportar una serie de elementos como computadoras para conformar la sala en la que se brindará información histórica. Al parecer, las explicaciones oficiales no fueron suficientes para quienes protestaron ayer. Para Carlotto, “la caída de estas licitaciones es una sorpresa desagradable y contradictoria con Telerman, que dijo que seguiría los lineamientos del lamentablemente destituido Aníbal Ibarra”. Y sostuvo que buscan que “cumpla con lo acordado, todo lo demás que resuelva como jefe de Gobierno porteño es asunto suyo, pero acá estamos pidiendo que termine con esta injusticia y que cumpla con lo que dijo que haría”. Carlotto indicó luego que “este proyecto representa nueve años de enorme esfuerzo que no se puede tirar por la borda ni manosear”.

Madres, Abuelas, Familiares y amigos de desaparecidos llevaron adelante el reclamo frente al paredón del predio de Costanera Norte que servirá como cenotafio. Allí dejaron impresos los nombres que deberían aparecer en el monumento una vez finalizada las construcción de las placas que aún deben licitarse. “Norberto Morresi, Alejandro Almeida, Miguel Boitano, Laura Carlotto, Alejandro Gutiérrez” son algunos de los nombres que quedaron plasmados con aerosol negro en el paredón más cercano al Río de la Plata. Las Madres pintaron con esténcil los mismos nombres que llevan bordados en sus pañuelos blancos y sumaban otros mientras buscaban los moldes con las letras para completarlos. A esta tarea se unieron Adriana Magnoli, madre de una de las 194 víctimas del incendio de Cromañón, y Raquel Witis y Dolores Demonty, dos integrantes de la agrupación Madres del Dolor, que nuclea a mujeres que perdieron a sus hijos en casos de gatillo fácil o de abuso policial.

Tati Almeida, integrante de Madres, apuntó el hecho de que “muchas Madres están viejitas y no van a llegar a cumplir ese deseo si se continúa extendiendo este proyecto en el tiempo por cuestiones políticas, por eso estamos aquí dejando los nombres de nuestros hijos”. El acto de protesta, realizado en coincidencia con el Día Internacional del Detenido Desaparecido, fue apoyado, además, por la presencia de la legisladora Delia Bisutti y Marta Oyhanarte, así como por el Servicio Paz y Justicia (Serpaj).