Dos custodios del ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el conductor del vehículo con el que chocaron murieron hoy cuando se dirigían a la localidad bonaerense de General Arenales, a 380 kilómetros de la Capital. Fernández salió ileso, ya que viajaba en un auto que iba unos 300 metros más adelante de la zona del accidente.

La comitiva estaba compuesta por dos automóviles que viajaban al acto por los cien años del Hospital Pirovano del partido de Junín. Sobre la ruta 65, a 15 kilómetros del destino, el vehículo de la custodia chocó con un Volkswagen Bora blanco. El conductor habría hecho una maniobra para sobrepasar un camión y se encontró de frente con el Toyota Corolla gris en el que viajaban los oficiales encargados de la seguridad del ministro.

Con el impacto del choque, el auto de los policías al parecer hizo trompo sobre la ruta y quedó en el centro de la calzada. El vehículo se incendió tras una explosión que provocó la muerte instantánea de los tres ocupantes.

Unas horas más tarde fuentes oficiales informaron que los custodios fallecidos pertenecían a la Policía Federal, y que se trataba del cabo primero Osvaldo Quintán, de 34 años, y el oficial inspector Juan José Rojas Melgor, de 30. La identidad del particular que perdió la vida era Horacio Patricio Downes, de 71 años.

El auto que encabezaba la comitiva estaba ocupado por Fernández, su secretario privado, Diego González, y el chofer oficial, quienes ya habían pasado momentos antes por la zona donde se produjo el accidente, y si bien quedaron en estado de shock por la muerte de los oficiales, no sufrieron lesiones.

Los bomberos cortaron el tráfico y vallaron el lugar hasta las 15.30 para poder retirar los cuerpos calcinados y realizar las pericias correspondientes. Pese a la conmoción, el ministro presenció el trabajo de los peritos y después se dirigió hasta la comisaría, donde declaró junto con su secretario y el chofer del vehículo en el que viajaba.

Según informó el fiscal de la causa, Sergio Terrón, el conductor que llevaba al ministro declaró que “controlaba por el espejo retrovisor para cerciorarse de que el auto de la custodia estuviera siempre detrás, cuando de repente lo vio envuelto en llamas en medio de la ruta. Cuando volvieron unos 300 metros atrás ya no pudieron hacer nada”.

El funcionario agregó que las muertes se produjeron por el golpe inicial y no por el incendio, de acuerdo a las autopsias realizadas unas horas más tarde.

El jefe de la Policía Federal, Néstor Valleca, viajó en helicóptero hasta el lugar para reunirse con Fernández, para luego volver juntos a la Capital.

En un principio se creía que los miembros de la custodia muertos en el accidente eran tres, ya que es la cantidad que usualmente lleva en sus giras por el interior el titular de la cartera política.