La Argentina consideró “decepcionante” que Uruguay busque “desviar la atención” de la puja por las papeleras hacia el terreno de los cortes de ruta cuando –según consideró– la discusión debería centrarse en la supuesta violación del estatuto del río Uruguay. La protesta se formalizó a través de una carta que el Ministerio de Relaciones Exteriores entregó ayer al embajador uruguayo en Buenos Aires, Francisco Bustillo.

La misiva fue difundida por el vicecanciller argentino Roberto García Moritán en respuesta a otra carta que Montevideo hizo llegar a Buenos Aires el último lunes. Allí, Uruguay se quejó por la supuesta violación que los cortes de ruta provocan en acuerdos del Mercosur, como el de libre circulación de bienes y personas.

Ante el texto uruguayo, y por instrucción del canciller Jorge Taiana, quien se encuentra encabezando una misión comercial y política en China, García Moritán citó al embajador Bustillo y le hizo saber la respuesta, también por carta.

Allí el gobierno argentino sostiene que:

- “A pesar de las reiteradas protestas argentinas resulta decepcionante comprobar la repetida intención de desviar la atención sobre el tema central que originó la controversia.”

- “Son los actos unilaterales que el Uruguay continúa realizando con relación a los proyectos de construcción de dos plantas industriales de producción de celulosa y sus instalaciones conexas, ignorando el Estatuto del Río Uruguay de 1975, los que contradicen la letra y el espíritu de dicha norma y generan los agravamientos que desalienta el párrafo 82 de la Resolución del 13 de julio de 2006 de la Corte Internacional de Justicia.”

- “El procedimiento ante la Corte Internacional de Justicia concierne exclusivamente al litigio que ambos países mantiene por los proyectos mencionados.”

- “El accionar del gobierno argentino se enmarca dentro del estricto cumplimiento de los compromisos asumidos en virtud de las normas internacionales, regionales y constitucionales que resultan aplicables.”

La Argentina también instó a Uruguay a que se abstenga de seguir cursando notas de quejas por los cortes de rutas “para favorecer la gestión –de buenos oficios– que desarrolla” el rey de España, Juan Carlos de Borbón.

Desde China, Taiana, a quien se adjudica la redacción de la carta, agregó algunas reflexiones. Consideró “unilateral e intransigente” la actitud del Uruguay –Kirchner había dicho lo mismo el día anterior en la Casa Rosada, pero en alusión a su par Tabaré Vázquez– y ratificó que el Gobierno proseguirá con su denuncia ante la Corte Internacional de Justicia por violación al Tratado del Río Uruguay, a cuya vera la empresa Botnia construye la pastera considerada contaminante por Argentina.

En ese sentido, Taiana dijo: “Vamos a seguir con la instancia de la Corte Internacional de Justicia, vamos a seguir trabajando en la presentación de la Memoria”. Se trata del informe que Argentina debe presentar el 15 de enero en La Haya en respaldo a sus argumentos.

El ministro también adelantó que “se presentarán observaciones críticas” de los informes producidos por el Banco Mundial sobre el caso, a los que calificó de “incompletos y deficientes”, y si bien no precisó cuándo lo harán, sí deslizó que será “muy pronto”.

Una fuente oficial aseguró que sospecha que la “intransigencia” de Uruguay bien podría ser porque “van por más, es decir podría haber más proyectos pasteros”. La fuente, quien pidió expresamente no precisar su identidad, afirmó también que “es contraproducente” la postura de los asambleístas de Gualeguaychú, quienes el lunes volvieron al corte de la ruta internacional hacia el Uruguay.

“Uruguay quiere presentar la controversia como que el problema es el corte de ruta, y para Argentina claramente el conflicto es la violación reiterada de Uruguay al Tratado del Río Uruguay”, señaló.

Al respecto, Uruguay ya envió una nueva carta de protesta de Uruguay a La Haya por los cortes (ver aparte). No obstante, Argentina se mantuvo en sus trece: informó que no tomará medida alguna para levantarlos. Así lo hicieron saber el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el de Interior, Aníbal Fernández. “No se va a reprimir, el Presidente fue muy contundente ayer (por anteayer)”, dijo el titular de la cartera política en alusión al discurso del martes de Néstor Kirchner.

“La discusión –siguió el ministro– no es ni siquiera con Uruguay. La discusión termina siendo con Botnia, que con el guiño muy grande del Grupo de los 7, obtiene estos gestos.” Fernández admitió que en la Argentina “hay plantas que están mal”, pero “todas las plantas existentes en la Argentina producen por año 480 mil toneladas (de pasta celulosa) y esta planta sola frente a Gualeguaychú va a producir un millón de toneladas”.

El otro Fernández, Alberto, también siguió la línea argumental del mandatario. “Estamos en una pelea contra intereses económicos”, dijo. Finalmente, el propio Kirchner, durante un acto en San Salvador de Jujuy, cerró la idea al sacar a relucir nuevamente un informe del ex vicepresidente del Banco Mundial (BM) Laurence Summers, quien aconsejó a los países centrales transferir “industrias contaminantes” a las naciones en vías de desarrollo. “Han elegido que esta región tiene que ser de alguna manera basurero de cierta producción e industrias”, se quejó el mandatario.