Los cortes también se empecinan en dejar sus rastros. A las protestas de los vecinos de Gualeguaychú sobre la Ruta 136, a ocho kilómetros del límite con Uruguay, se sumó ayer la decisión del gobierno de Tabaré Vázquez que presentará un reclamo formal contra los cortes ante la Corte de La Haya. En tanto, los vecinos siguen en la ruta. Las crónicas dan cuenta de los sistemas de duchas, plazas de juegos y de las instalaciones que van armando como dispuestos a pasar la temporada de verano. Siguen adelante las propuestas para provincializar el conflicto, pero de momento faltan fuerzas para extender los cortes a Concordia.

La Corte de La Haya es la instancia judicial a la que recurrieron la Argentina y Uruguay para resolver el conflicto por las papeleras. La causa en este momento está en pleno curso. La Corte sólo se pronunció hasta ahora para rechazar un pedido de “no innovar” que presentó la Argentina, que pidió detener las obras hasta que se resuelva el proceso judicial. El Tribunal debe evaluar el grado de contaminación ambiental que producirán las papeleras.

En ese contexto se inscribirá el nuevo reclamo de los uruguayos. Con esa instancia abierta, Tabaré recurrirá a La Haya para presentar una queja por los cortes. La queja tiene como objetivo debilitar la posición argentina ante el Tribunal.

En tierra, en tanto, y de este lado de la frontera, los asambleístas renovaron su compromiso de continuar con el corte anoche, en la asamblea de las 21. “Por ahora ni se discute levantarlo”, dijo Alfredo de Angeli, de la federación de obreros agrarios de Entre Ríos. Durante los últimos días, De Angeli fue una de las personas que planteó la necesidad de extender el conflicto a otras regiones de la provincia para ofrecer una medida de protesta más contundente, pero el planteo todavía está en estudio.

“Estamos buscando fuerzas para ver cómo lo sostenemos”, explicó el hombre ante la consulta de este diario. Varios vecinos creen posible repetir el corte de Gualeguaychú-Fray Bentos en otros dos puntos: Concordia-Salto y Colón-Paysandú. En ese marco, evaluaron hasta el momento alternativas distintas, como la de apoyarlos con el traslado de alguna delegación de vecinos de Gualeguaychú a cada pueblo. Desde hace meses, en Colón quedó una guardia de unas cincuenta personas en una carpa montada al costado de la Ruta 135. Los ambientalistas creen que el número es importante, pero no alcanza para mantener un corte de varias jornadas porque no habría gente suficiente para los recambios.

En Concordia, en cambio, la situación es más complicada. Más allá de la mucha o poca conciencia ambiental de los pobladores, el problema es que la ciudad es cuna del gobernador entrerriano. Jorge Busti tiene allí su gente, su base y su estructura política. Esa situación complica la recolección de adhesiones para un corte.

En la Casa Rosada, la decisión sobre qué hacer con el corte tuvo como voceros a los dos Fernández. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, ratificaron que no tomarán medidas para levantar el corte de ruta. “Seguiremos defendiendo los intereses de los argentinos en todos los ámbitos que podamos, aunque nos quedemos solos”, dijo el jefe de Gabinete en declaraciones a una radio poco antes de insistir en que “no se va a utilizar la represión”.