Pasaron tres días desde la revelación de que ostentaba un título que no tenía y Juan Carlos Blumberg se refugió en una gripe de ferocidad notable. Finalmente, anoche, al filo del Día del Padre, después de que su entorno de la Fundación Axel Blumberg diera muchas excusas, el aspirante a candidato habló con Infobae.com, el sitio de noticias de Internet manejado por su amigo Daniel Hadad. Ahí por fin admitió que no es ingeniero, se justificó diciendo que “me acostumbré a que me dijeran” así, y hasta le alcanzó para agregar que “fue un error de mi parte”. Su futuro político quedó subordinado: será candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires “si Mauricio Macri me lo pide”.

El jueves se pasó del rumor a las primeras versiones de que Blumberg no se había recibido de ingeniero, en Alemania o en ningún otro lugar, aunque tenía una “habilitación para trabajar en fábricas”. En un reportaje a Radio 10, el hasta ahora precandidato a gobernador bonaerense de PRO había asegurado que se había recibido de ingeniero textil en “la Universidad de Röttingen, Alemania”. Este diario averiguó que en ese pequeño pueblo no existe una casa de altos estudios y que la Universidad de Reutlingen –que tiene una pronunciación similar– no empezó a emitir el bachelor of engeneering hasta 2004. Por las dudas, Página/12 consultó si esa universidad había tenido como estudiante a Blumberg y la institución respondió que “no hay ningún estudiante/egresado con ese nombre”. La falta de título, en la Argentina o en el extranjero, no lo privó de presentarse en su página web y en otros lugares de la Fundación como “ingeniero”.

A partir de la difusión de la noticia, Blumberg se vio inmerso en un espeso silencio. En su entorno aseguraron que se encontraba en cama a raíz de una gripe. Sin embargo, ninguno de sus asesores respondió a las preguntas de la prensa, ni filtró la menor explicación, ni acercó a ningún medio ningún documento que informara cuáles fueron los cursos que cursó.

A medida que pasaban los días, la idea de un comunicado que reconociera que no es ingeniero circulaba en su entorno, sin cobrar forma. Mientras tanto, lanzaron acusaciones a los cuatro vientos: sostuvieron que la información había sido “operada por Jorge Macri”, por el Gobierno o por otro precandidato a gobernador: Francisco De Narváez. El diputado posduhaldista intentaba convencer a Blumberg de que lo acompañara como diputado. “Hubo una pelea con De Narváez, pero no creo que haya sido él”, indicaba uno de los adláteres de Blumberg. Otros pensaban distinto y recordaban una discusión entre Blumberg y De Narváez en la que no aceptó la propuesta del empresario.

Ayer este diario intentó comunicarse con Blumberg por tercer día consecutivo. Por la mañana, en su entorno habían dejado trascender que había “mejorado” su gripe y que estaba en pie. Así las cosas, Blumberg se reunió con sus principales colaboradores para seguir discutiendo cómo debía dirigirse al público: si debía hacer una conferencia de prensa, darle una entrevista a los diarios o a la televisión, enviar un comunicado o seguir callado hasta que se aplacase la ola mediática. La idea de un texto donde él explicase lo ocurrido cobró fuerza a mitad del día.

Sin embargo, por la tarde la secretaria privada de Blumberg, Claudia Menin, aseguró que “está en cama, no va a atender a nadie”. Media hora más tarde –a las 18.30– la misma persona destacó ante el llamado de este diario que “Juan Carlos va a salir a dar una respuesta, como corresponde”.

Pero la decisión pareció cambiar de rumbo a las 19, cuando Menin reconoció que “todavía no lo tenemos claro lo que vamos a hacer”. Poco después, la secretaria privada cerró la posibilidad de un diálogo con Blumberg: “No va a haber hoy una conferencia de prensa. Dejame que terminemos de cerrarlo, así te puedo hablar con más libertad. Llamame en un rato”. Luego apagó su celular. También se mantuvieron cerrados los de Blumberg y de su legislador Gerardo Ingaramo. A última hora, en la casa de Blumberg sólo respondió una persona que atinó a decir: “No, no, yo no tengo nada que ver. Sólo le vine a dar de comer al gato”.

Operativo clamor

No se pararon frente a su balcón a aplaudirlo para que saliera, pero un grupo de dirigentes de diferentes sectores políticos le pidió a Blumberg que salga a aclarar su situación. En especial, se esperaron en esto sus aliados de PRO, con alguna contribución bonaerense.

“Yo no soy vocero suyo, él tiene que explicar”, se excusó Mauricio Macri, quien mantuvo una comunicación telefónica en la que Blumberg le dio una explicación. El ingeniero (con título) aseguró que le dio detalles sobre lo ocurrido que no tenía pensado revelar a la prensa hasta que Blumberg no saliese a explicar “a la ciudadanía qué es lo que pasó”.

“Hablé ayer y le dije que el tema es delicado. Y que tiene una relación de años con la ciudadanía como líder social”, aseguró el candidato a jefe de Gobierno de PRO, quien destacó que le sugirió “dar una explicación”. “Todos la estamos esperando”, insistió, por si hacía falta.

“Están encerrados, no hablan con nadie”, se quejó un dirigente macrista, quien resaltó que la espera de tres días no le había caído nada bien a Macri: “Mauricio le pidió desde el primer momento que aclarara. Y Blumberg no dijo nada. Se está haciendo un daño muy grave”, estimó. Amplios sectores del macrismo ya dieron por muerta la candidatura de Blumberg, aunque algunos todavía intentan mantenerla a flote.

No es el caso de Recrear, cuyo líder, Ricardo López Murphy, nunca estuvo demasiado de acuerdo con la candidatura de Blumberg. El Bulldog siempre consideró que el titular de la Fundación era más útil como líder social y haciendo marchas a la Casa Rosada. Ayer lo dejó en claro: “A mí nunca me escucharon hablar sobre la candidatura de Blumberg, siempre fui muy cuidadoso con respecto a su futuro político”, aseguró el ex ministro de Defensa de la Alianza. “No me parece bien que se use un título que no se tiene, si eso se comprueba será un hecho desafortunado”, destacó López Murphy, en una recorrida de campaña por Mendoza.

“Sin embargo, tenemos que rescatar el enorme esfuerzo que hizo él para plantear y resolver los conflictos sobre la inseguridad ciudadana, especialmente en la provincia de Buenos Aires”, reconoció el candidato a presidente de Recrear. Y quedó a la espera.

En la polémica por el título de Blumberg, se coló también el ex presidente Eduardo Duhalde, quien consideró que el caso “es como el famoso ‘inyenieri’ italiano”. En declaraciones radiales, aseguró que en Italia

“tienen ingenieros de todo tipo, títulos de todo tipo, lo que no se da en nuestro país, donde los ingenieros tienen una carrera muy específica”. Duhalde también esperaba que Blumberg “aclarara” la situación, ya que “es relevante” debido a su aspiración a ser candidato a gobernar la provincia que Duhalde dirigió durante ocho años. “Yo con Blumberg nunca tuve una charla, no sé de él, así que supongo que lo explicará este hombre”, se alzó de hombros el ex mandatario.

Finalmente, al filo de la medianoche, llegaron las palabras de Blumberg en un ámbito de su confianza. Fueron escuetas: primero admitió que “nunca” tuvo título de ingeniero; luego intentó excusarse diciendo que “me acostumbré a que me dijeran ingeniero, simplemente. Pero nunca lo quise utilizar al título en beneficio propio”; y terminó diciendo que “pido disculpas a la sociedad. Fue un error de mi parte”. Esto último es más que cierto. Pero como muestra la nota adjunta, Blumberg también se presentaba proactivamente como un ingeniero, hasta en sede judicial.

Donde pareció perder la proactividad fue en su carrera política: al sitio de su amigo Hadad le confió que todavía quiere ser gobernador de Buenos Aires, pero entrará en la carrera sólo “si me lo pide Macri”.