Las conclusiones del informe de Gendarmería son contundentes para Raúl López Presa, abogado de Javier Porjolovsky y Rubén Cameroni, impulsores de la denuncia contra los funcionarios de Pinamar. No lo son, en cambio, para Jorge Baz y Eduardo Frigerio, peritos de Porretti y Leonian que presentaron sus objeciones en ese informe. Hay dos claves. Fragmentos: según los peritos, la prueba revela que hay coherencia en cada fragmento pero no en todo el video. Para ellos, las imágenes son como un rompecabezas de 21 piezas “editadas”: por más que los trozos sean originales, no tienen fuerza probatoria. Cortes: según la denuncia original, en el video se habla de un Pago A y de otro B para diferenciar el canon del soborno pero los peritos dicen que eso se pudo editar. “Si en una parte digo que A es la deuda de 2006 y B de 2007, y luego eso no está, con el material editado puedo hacer decir con esas letras otras cosas”.