El juez federal de Morón Juan Pablo Salas indagó anoche a los siete detenidos por los incidentes en Castelar y esperaba analizar los videos proporcionados por la Gendarmería, la Policía Federal y la Policía Bonaerense sobre el incendio de vagones en Merlo y Castelar. En el juzgado afirman que de los detenidos, uno está imputado de tirarle piedras al tren y seis por robos en la estación. El magistrado rechazó ayer los pedidos de excarcelación y no dejará a nadie en libertad hasta tanto verifique en los videos proporcionados por las fuerzas de seguridad el papel que jugaron los detenidos. Entre ellos no hay ningún militante político, según señalaron fuentes judiciales. El rumor más extendido es que el juez Salas también tiene decidido que no librará orden de captura contra el militante del Partido Obrero José María Escobar ni contra ninguna otra persona de las denunciadas por el ministro del Interior hasta no haber visto con detenimiento las imágenes proporcionadas por las fuerzas de seguridad. Desde el Poder Ejecutivo ratificaron la hipótesis del sabotaje y, según trascendió, se insistirá en esa postura a partir de un peritaje en el que, supuestamente, queda probado que el fuego en Merlo lo inició alguien con conocimiento de los circuitos eléctricos de los trenes y en cuatro focos simultáneos en distintos vagones.

Los detenidos son protagonistas marginales de lo ocurrido en Castelar y Merlo. Ninguno está acusado de provocar el incendio de vagones ni de haber liderado los incidentes. Más bien se trata de personas que aprovecharon el revuelo para concretar robos y hurtos menores. El juez Salas decidió que evaluará cada caso con mucho detenimiento luego de observar los videos. Todo indica que las decisiones recién las tomará la semana próxima.

El núcleo del expediente por lo ocurrido en el Sarmiento será la acusación del Ejecutivo sobre un supuesto movimiento organizado de militantes del Partido Obrero, el MST y Proyecto Sur, la fuerza de Pino Solanas. La base de la imputación serán las pericias realizadas por las fuerzas de seguridad que dependen del Ejecutivo nacional y provincial. En principio, voceros de la Bonaerense alegan que el incendio, sobre todo en Merlo, se inició a partir de una maniobra que consiste en tirar algún líquido sobre la confluencia de los cables del tren y los 800 voltios de la línea que alimenta a las formaciones. “Eso sólo lo puede hacer alguien que tenga muchos conocimientos”, argumentaron desde La Plata. Al juez Salas le hicieron saber que el incendio de Merlo está filmado con detalle, pero en el juzgado aseguraban que las imágenes no habían llegado hasta anoche.

El Ejecutivo insistía ayer en un diagnóstico que cualquier perito considera abstracto: “el incendio de los vagones fue intencional”. Es que sobre eso no hay ninguna duda, está claro que las formaciones no se prendieron solas. El debate judicial plantea una alternativa muy distinta entre dos posiciones. La primera posición: el incendio lo iniciaron pasajeros enfurecidos por el mal servicio y utilizaron papeles, carteles arrancados y trapos, o sea elementos que encontraron a mano y usaron en forma espontánea. La segunda posición: militantes de distintas agrupaciones e incluso trabajadores ferroviarios interesados en que se re-estatice el servicio armaron una maniobra, planificada de antemano, para provocar conmoción. Para ello trajeron tachos con agua y por ejemplo José María Escobar, el militante del PO señalado por Aníbal Fernández, tomó su pulóver, lo metió en el líquido y puso en marcha el incendio de un vagón.

El sector de los trabajadores consultado por PáginaI12 argumentó que “lo primero que quemó y destrozó la gente fue nuestra base operativa. Rompieron autos y motos de los trabajadores, la sala de descanso y la de operaciones quedaron destruidas. No vamos a romper lo nuestro. Por otra parte, en el tren de Escobar, debajo de la cabina de comando, metieron papeles, maderas, carteles que descolgaron de los costados y se prendió enseguida. Además, con sólo poner papeles debajo de un asiento, que es de plástico, el incendio arranca de inmediato. En Merlo, el incendio se generó con un trapo metido en el interior del aire acondicionado. La idea de tirar agua sobre los 800 voltios de la línea es arriesgadísima. Cualquier trabajador lo sabe. Podés quedar pegado y te cuesta la vida. Todo lo que dice el Ejecutivo es ridículo”.

Aunque los informes de las pericias oficiales, que fueron ordenadas a Gendarmería, Policía Federal y Bonaerense, no fueron entregados ayer, hubo un adelanto de conclusiones en las que los peritos de las fuerzas de seguridad señalaron que en el tren de Merlo hubo focos en cuatro vagones distintos. El método fue el del líquido. Un ingeniero consultado por este diario sostuvo que “lo más probable es que a uno no le pase nada si tira agua u orina sobre los 800 voltios, pero algo de riesgo hay. Un trabajador no se arriesga”, sostuvo el especialista. Aun así, los peritos oficiales contactados por PáginaI12 insistieron en que la mecánica del incendio de Merlo fue ésa, y además alegaron que resulta asombroso que hubieran quemado vagones en esa estación y no en otras, teniendo en cuenta que toda la línea estaba parada en ese momento. Su hipótesis es la del sabotaje.