“Mañana (por hoy) hay una instancia dura y complicada, pero con esperanzas”. El optimismo del ministro de Educación, Mariano Narodowski, tras más de 10 días de paro docente y con otros dos ya anunciados para la semana que viene, insinúa un cambio en la intransigencia con la que el macrismo viene encarando el conflicto. Pero a su vez, el ministro repitió ayer los argumentos expuestos por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, para rechazar un aumento salarial. Insistió en que el Ejecutivo no tiene plata, aseguró que la suba de los sueldos sería injusta con el resto de los empleados públicos y reclamó que se levante el paro convocado para el martes próximo.

“Va a haber diálogo, el tema es qué se entiende por diálogo. A veces se entiende que diálogo es aceptar lo que los docentes piden”, cuestionó un funcionario del ministerio. Desde Educación desestimaron que hubiera cambiado el escenario a partir de la aprobación del proyecto de ley de la oposición. Afirmaron que la reunión con los sindicatos estaba convocada desde el miércoles y que “no tiene ninguna vinculación” con el resultado de la votación.

Como el proyecto aprobado en el Parlamento “faculta” al Ejecutivo porteño a realizar las transferencias de partidas que considere necesarias para dar un aumento de salario a los docentes y no determina directamente la reasignación, desde el macrismo descartaron que el jefe de Gobierno utilice su poder de veto para que vuelva a tratarse la ley en la Legislatura. Uno de los diputados de PRO explicó que, a menos que Macri decida transferir las partidas, la ley no tendría ningún efecto concreto y que por eso sería ilógico pensar en vetarla.