Cuando sólo faltan dos días para las elecciones presidenciales, Barack Obama lleva amplia ventaja en todas las encuestas. Pero muchos suponen que una porción del electorado que nunca lo votaría debido al color de su piel se abstiene de decirlo por temor a la acusación de racismo, lo cual podría producir una sorpresa, como ya ocurrió en un caso célebre cuando un popular alcalde negro de Los Angeles perdió las elecciones para gobernador de California, que todos le daban por ganadas contra un candidato blanco. Por eso, hasta último minuto Obama y John McCain se disputan cada voto. La organización MoveOn.org Political Action, en asociación con TrueMajority PAC, que declaran no tener relación con ninguna de las campañas ideó un aviso que sólo se envía por Internet, con el nombre del destinatario. Simula ser un programa de la inexistente cadena de televisión CNNBC. El 7 de noviembre un locutor informa que en la elección más reñida de la historia, McCain venció por un voto de diferencia. Sigue con una presunta investigación del diario New York Times que logra identificar al ciudadano que no fue a votar y que se convirtió en un paria repudiado en todo el país, donde se suceden manifestaciones en su contra. Una viejita cuyo mensaje es filtrado por señales electrónicas que impiden oír sus palabras más fuertes, dice que hizo cinco horas de cola y que ese gran h. de p. no llegó a tiempo a la cabina electoral. Un pastor afgano de cabras se lamenta de que por culpa del votante omiso, el loco de McCain va a bombardear su rebaño. En cambio George W.Bush le agradece los servicios prestados. El cierre dice “No permitas que este sea nuestro futuro. Votá por Obama el martes 4” e informa que desde la dirección http://www.cnnbcvideo.com/index.html?nid=x574VIpjV_bqD9eNoEHuoDY1NjgwMzM&referred_by=11741296HPXzlLx es posible mandar el truco a los amigos. La gracia es que en cada caso el video mostrará el nombre del destinatario como culpable de la victoria republicana.

El semanario The Newyorker se pronunció a favor de Obama. En su columna “Gritos y murmullos”, el ensayista David Sedaris escribió la deliciosa nota “Los indecisos”. Dice que cuando escucha a alguno de ellos decir por televisión que ve pocas diferencias entre los candidatos o que coincide con uno en cuestiones de defensa y de salud pública, pero se inclina por el otro en temas económicos, no puede creer que existan y se pregunta si son actores profesionales o gente común que necesita mucha atención. “Para ponerlo en perspectiva. Es como ir a bordo de un avión. La azafata se acerca con el carrito de la comida, se detiene junto a mi asiento y me pregunta:

¿Prefiere pollo o el plato de mierda con vidrio molido?

Ser indeciso en esta elección es como quedarse pensando y después preguntar cómo está preparado el pollo”.

Luego de una página de datos históricos sobre otras elecciones y métodos de decisión del voto familiar, Sedaris se pregunta si los indecisos no son grandes pesimistas y vuelve al ejemplo anterior. “Podrían pedir el pollo. Pero, de nuevo, hummm. Se preguntan si eso no será agregar un paso superfluo. Si total todo va a ser masticado y deglutido, ¿por qué no cortar camino y pedir el plato de mierda? Ahí es donde interviene el factor vidrio molido.”