Domingo, 31 de enero de 2016 | Hoy
Por Raúl Kollmann
Entre los encuestadores las opiniones tienden a estar divididas sobre el espacio de la oposición. Desde ya que todos coinciden en que el centro es el peronismo y que todavía le falta digerir la derrota electoral. Pero para algunos consultores el papel protagónico lo tendrá una alianza entre el kirchnerismo y algún otro sector interno del PJ, mientras que otros piensan que las mayores chances las tienen los sectores moderados. La mayoría igualmente cree que el Frente Renovador está demasiado pegado al gobierno de Macri como para ejercitar un papel opositor.
“Es cierto que una derrota electoral, por más ajustada que sea, genera heridas que requieren para su cura de tiempo y paciencia –señala Roberto Bacman–. Pero es cierto también que los tiempos que corren son cada vez más dinámicos y turbulentos. La gente que votó por el Frente para la Victoria espera ver una rápida y efectiva reorganización y repuesta orgánica del peronismo en su conjunto. ¿Será posible reunificar en un único y claro espacio opositor a los kirchneristas y peronistas no K? Ese es el gran desafío: hoy por hoy es lo que está esperando el segmento de la población que se considera opositor. Según los resultados obtenidos en las últimas encuestas llevadas a cabo, se detectan varios dirigentes con un buen posicionamiento para conducir tanto la reorganización como el posicionamiento opositor del peronismo: CFK, Daniel Scioli, Juan Manuel Urtubey (en ese orden) son hasta el momento los que obtienen mayores niveles de señalamiento. Sergio Massa y José Manuel de la Sota han quedado un poco relegados: la gente los percibe demasiados cercanos al actual oficialismo; y como cuenta la leyenda acerca del mito del Ave Fénix, es muy peligroso volar tan cerca del sol sin correr el riesgo de que se le quemen las alas”.
“Hasta el momento el lenguaje de la oposición al macrismo, es el kirchnerismo afirma Ignacio Ramirez pero naturalmente este tiene el desafío de metabolizar la derrota y renovar sus discursos y actores para relanzar su vigencia política. En un perspectiva más amplia aparece un peronismo descentralizado donde conviven por el momento con tensiones pero sin fracturas distintos dirigentes y sectores dotados de capitales diferentes (algunos con más popularidad, algunos con mas recursos, algunos con mayor gravitación territorial), pero ninguno suficiente excluyente como para verticalizar al conjunto del espacio. Resulta un interrogante, también, saber cómo evolucionará el Frente Renovador y la figura de Massa, ya que no es lo mismo ser opositor al kirchnerismo que al macrismo (con el cual el discurso y las simpatías estaban bastante solapadas); en principio no pareciera que el centro de gravedad de la oposición lo ocupen figuras cercanas o parecidas al PRO o con actitudes debilmente criticas”.
“Históricamente, el peronismo en la oposición encara dos tareas concluye Eduardo Fidanza: una es dirimir una interna después de la derrota; la otra, es cuidar y defender los territorios que conserva. A este comportamiento general, debe agregársele un trauma particular: la perdida de su Tierra Santa, la provincia de Buenos Aires. Es difícil mensurar hasta donde le ha pegado esa derrota. En el plano coyuntural, se sabe que hay tres agrupamientos en el peronismo: uno es el cristinismo kirchnerista; otro es el peronismo no K, y el tercero es el massimo. Los dos últimos parecen dispuestos a colaborar, para acompañar la ola, hasta empezar a competir con el gobierno. El kirchnerismo, en cambio, está condenado a una especie de fatalidad: ser la oposición dura, en una etapa desfalleciente. En este panorama, resaltan dos figuras: Massa y Urtubey. Mas allá de personas, el destino político de los peronismos opositores dependerá, en última instancia, de cómo le vaya al gobierno en materia económica y social. Si logra conservar empleo y salario, y mantiene cuidado institucional, puede llegar a 2017 con buenas chances de revalidar su triunfo. De lo contrario, el peronismo preparará su regreso”.
Para Artemio López los sectores son tres. “La oposición aún está en estado de shock y en especial el FPV que trata de definir el perfil que tendrá como fuerza opositora. Hoy el liderazgo de Cristina Kirchner no es discutido, al menos explícitamente. Parecieran existir de manera preliminar dos polos opuesto bien definidos. El encarnado por el gobernador Urtubey, de mayor afinidad con el gobierno nacional y el referenciado en el ex gobernador, hoy intendente, Jorge Capitanich, de mayor componente crítico. Finalmente podría existir una tercera posición, de síntesis, que se referencia en el ex gobernador Gioja, quien para la próximas elecciones internas del PJ plantea lista de unidad”.
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