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“Hubo una intencionalidad política cuando nosotros hablábamos, en 2011, de la Masacre de La Cárcova, para asociarla a la Masacre de José León Suárez, de 1956”, le dijo a Página/12 el diputado nacional Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, cuyos militantes impulsaron desde el principio la investigación de la represión policial en la que, hace cinco años, murieron dos pibes y fue herido de gravedad un tercero. “Lo que quisimos dejar en claro entonces es que los muertos siempre los ponen los pobres, los trabajadores, los humildes, y que en José León Suárez había una foto más de cuál era el modelo que se había construido en el país desde La Fusiladora de 1955 hasta el 2011, con los resabios del liberalismo”.

“Lo que nosotros queremos construir es masa crítica y conciencia para combatir la violencia institucional, para que no vuelvan a pasar estos episodios, y por eso reunimos en aquí al gobierno comunal, a la legislatura nacional, al club del barrio, a los familiares de víctimas y también a chicos de la Escuela Rodolfo Walsh”, agregó Grosso.

El legislador destacó el hecho de que “un club de barrio, como Central Ballester, decida homenajear a las víctimas de los dos hechos, porque esto significa que los familiares de las víctimas de los dos casos han trabajado muy bien para preservar la memoria”. Grosso dijo que el 9 de junio, cuando se cumple el 60 aniversario de los Fusilamientos de José León Suárez, se va a realizar un acto en el lugar donde se levanta el monumento a las víctimas.

“Lo que pretendemos es que sea un acto de unidad de los sectores del peronismo en el Frente por la Victoria, para recordar un acontecimiento muy caro para todos los peronistas”. El homenaje se hará en el monolito que se levanta en 9 de Julio y Avenida Márquez, donde ahora hay un natatorio municipal gratuito construido sobre lo que fue el basural escenario de los crímenes de 1956.