Uruguay envió un escrito a la Corte Internacional de La Haya con su versión del conflicto de las papeleras y una queja por los cortes de ruta, que según el gobierno les ha provocado pérdidas por 340 millones de dólares. Fuentes de la cancillería oriental señalaron que el documento servirá como un “antecedente” para futuras demandas que el país quiera impulsar por los bloqueos y para amortiguar al mismo tiempo la denuncia que la Argentina presentará en los próximos días contra la instalación de las plantas de celulosa.

La nota es de carácter informativo, ya que la estrategia de Tabaré Vázquez apunta en realidad establecer al Mercosur como ámbito de resolución del diferendo. Pero tiene importancia por haberse adelantado a la demanda que se prepara en Buenos Aires, marcándole el terreno. De hecho, la presentación es el primer movimiento luego de que, el viernes pasado, los uruguayos dieran por terminadas las negociaciones directas entre los dos gobiernos.

En el texto, el gobierno uruguayo explica “las razones del conflicto, los perjuicios provocados por los cortes de ruta y la actitud del gobierno argentino ante los bloqueos en los puentes internacionales”, detalló el canciller Reynaldo Gargano.

Argentina todavía no contestó el pedido de Vázquez para convocar al Consejo del Mercosur, el máximo órgano del bloque, con el fin de que trate un reclamo contra los piquetes en los puentes internacionales. Las pérdidas por las protestas contra la instalación de las papeleras, dicen en el Uruguay, van a aumentar esta Semana Santa con una nueva baja en el turismo.

Los operadores turísticos se quejaron de que el piquete en el cruce a Fray Bentos volvió a afectarlos fuertemente. “Aquí hay muy poco movimiento”, informó un vocero de la Inmobiliaria Gattás de Punta del Este. Al mismo tiempo, la Intergremial de Transporte de Carga amenazó con cortar los cruces en toda la frontera a modo de respuesta (ver aparte).

La reunión del Mercosur fue solicitada para el 18 o 20 de abril y debe ser llamada por la Argentina, ya que es quien tiene la presidencia pro témpore hasta el mes de julio. Sin embargo, el canciller Jorge Taiana ya anticipó su rechazo a que el problema se dirima en el bloque, al considerar que la discusión por las plantas de celulosa es una cuestión “bilateral”.

En Montevideo, la oposición al Frente Amplio volvió a dar señales de apoyo a Tabaré Vázquez. El ex presidente Jorge Batlle consideró que su país debe “forzar la reunión del Mercosur” y prepararse para “actuar en el terreno internacional”. Batlle fue quien, durante el mandato anterior al de Tabaré, abrió las puertas a la empresa Botnia, otorgándole las primeras habilitaciones y firmando con el Estado de Finlandia el acuerdo de protección de inversiones que puso a la compañía en una situación jurídica sumamente ventajosa.

También el ex canciller y senador del principal partido de la oposición, Sergio Abreu (Partido Blanco), dijo que el gobierno debe hacer del diferendo “un tema multilateral” y abordarlo en el marco del protocolo ambiental del bloque.

Ante la reticencia de Buenos Aires, Abreu opinó que Uruguay “se enfrenta a la prepotencia argentina y a la indiferencia brasileña, porque éste es un tema de carácter regional”. Y agregó que “hay un doble estándar” en materia ambiental, ya que “sólo se cuestiona a las plantas de celulosa en Uruguay”, que se instalarán con los niveles ambientales exigidos por la Unión Europea, mientras Brasil y Argentina “no quieren” que se analice la situación de esas industrias a nivel regional. Abreu, experto en temas del bloque regional, consideró además que el conflicto “va a involucrar cada día a más y distintos actores”.