La empresa Ñandubaysal, propietaria del balneario más importante de Gualeguaychú, ubicado sobre el río Uruguay, intimó a las empresas Botnia y Ence a que paralicen sus obras en Fray Bentos y amenazó con iniciarles acciones judiciales. El balneario es propiedad de Carlos Sánchez Alzaga, quien inició acciones legales representado por el abogado Fabián Moreno Navarro, quien también asesora a la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú.

La empresa informó que intimó a las dos empresas a que “en un plazo de 15 días interrumpan en forma definitiva las obras de construcción de ambas plantas, indebidamente autorizadas por la República Oriental del Uruguay”.

La empresa que controla el balneario situado justo frente a Fray Bentos argumentó que la instalación de las fábricas de pasta de celulosa “causará importantes daños al emprendimiento, pues el alto grado de contaminación que conllevará su funcionamiento provocará un grave desequilibrio de todo el ciclo biológico de las costas del río Uruguay”. Eso, advirtió, afectará “sensiblemente una explotación turística preexistente, con más de 30 años de pujante desarrollo”. La posibilidad de que se exterminen las potencialidades turísticas de Gualeguaychú ha sido uno de los motores de los vecinos que protestan contra las papeleras.