Los restos en llamas del buque tanque argentino Polaris, transporte de unas 2600 toneladas de combustible, resistía anoche los intentos de las prefecturas argentina y paraguaya por apagarlo. Había explotado el viernes en el río Paraguay tras colisionar con un carguero paraguayo y posiblemente con una lancha privada, cuyos restos fueron encontrados ayer a última hora. Por entonces, se encontraban desaparecidas al menos cuatro personas: dos de los 17 tripulantes de la embarcación argentina y dos de la lancha. Las tareas de lucha contra el fuego se vieron entorpecidas por la distancia a la zona donde está varado el buque del lado argentino, a unos 50 kilómetros aguas abajo de Puerto Pilcomayo, Formosa. “Hasta el momento no hubo derrame de combustible”, aseguraba ayer el jefe de Prefectura José Luis Domínguez.