El primer ministro de Malasia, Najib Razak, dijo ayer que los investigadores creen que las comunicaciones del Boeing 777 desaparecido fueron desconectadas deliberadamente. Agregó que el aparato viró de su ruta, por la que se dirigía hacia Beijing, y estuvo en vuelo durante más de siete horas. “Pese a informaciones sobre un secuestro, seguimos investigando todas las posibilidades”, declaró. Najib también aseguró que las autoridades intentan ahora seguir la pista del avión (que desapareció desde hace más de una semana) por dos posibles corredores: uno en el Norte, que va de Tailandia por la frontera de Kazajistán y Turkmenistán, y uno en el Sur, desde Indonesia hasta el sur del Océano Indico. Los controladores de tierra perdieron el contacto con el Boeing 777 menos de una hora después de que despegara, el 8 de marzo, de Kuala Lumpur con destino a Beijing.

Las declaraciones del primer ministro confirman las conjeturas barajadas durante varios días, de que no fue accidental la desaparición del Boeing 777 de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo. Najib no descartó ninguna estrategia y confirmó que podría terminar la búsqueda en el mar de la China meridional, donde los controladores de tráfico aéreo perdieron primero el contacto con el avión. Afirmó que los nuevos corredores de búsqueda se basan en la información más reciente disponible de satélite.

“Evidentemente, la búsqueda del avión del vuelo MH370 ha ingresado en una nueva fase”, apuntó. “Esperamos que esta información nos acerque a encontrar el aparato”, agregó el jefe de gobierno malayo.

Por su parte, los investigadores en Malasia concluyeron que una o más personas con experiencia de vuelo desconectaron los dispositivos de comunicaciones del Boeing 777 y desviaron deliberadamente de su curso al aparato. Un funcionario implicado en las pesquisas describió la desaparición de la aeronave de pasajeros como un secuestro, aunque los responsables de estos hechos no anunciaron cuál fue el motivo. Se desconoce dónde ha terminado la aeronave, dijo el funcionario, que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones a la prensa. El hombre confirmó que la captura de la aeronave ya no era una teoría, sino que “es algo definitivo”. Dijo además que los investigadores han descartado una falla mecánica o algún error del piloto en la desaparición del Boeing 777.

Scott Shankland, un piloto de American Airlines que pasó varios años como copiloto de jets Boeing 777, aseguró que un capitán sabría cómo desconectar la radio y otros sistemas de rastreo de la aeronave, pero un secuestrador, incluso uno entrenado para volar aviones, “quizá tardaría un poco en encontrar los botones. Quizá pueda inhabilitar muchos de los equipos de rastreo, pero tal vez no todos”. Algunos de los datos del avión se transmiten automáticamente desde un equipo que no está ubicado en la cabina del piloto, por lo que sería más difícil no dejar pistas electrónicas, añadió.

John Hansman, profesor de aeronáutica del MIT que está familiarizado con el Boeing 777, señaló que sería posible para un intruso apagar los transpondedores, pero que saber cómo apagar otros sistemas para tratar de pasar inadvertido sería más difícil. Aun si los secuestradores fueran como los que participaron en los ataques del 11 de septiembre de 2001, enfrentarían el desafío de mantenerse en vuelo, hacer un aterrizaje exitoso y esconder el avión. “Si fue un secuestro, probablemente fue un secuestro malogrado”, consideró.

Hansman cree que en realidad hubo una serie de desperfectos o un incendio que provocó que sistemas clave del avión se apagaran e incapacitaran a los pilotos, por ejemplo, que se desmayaran por la falta de oxígeno después de una pérdida de presión en la cabina. “Si fue un secuestrador, tendría que ser alguien que tiene conocimiento detallado del avión”, dijo por su parte Alan Diehl, ex investigador de choques de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos. “¿Podrían haber volado fuera del alcance del radar y llegar a una pista abandonada en algún lado? Supongo que la respuesta correcta es que sí. Los satélites no cubren cada kilómetro cuadrado de la Tierra”, apuntó.

Mientras las autoridades siguen recolectando pistas para poder dar con el avión de Malaysia Airlines, la policía local brindó algunos detalles de los pilotos, luego de haber estudiado sus perfiles psicológicos, sus antecedentes familiares y conexiones. Uno era suficientemente apasionado sobre la aviación como para instalar su propio simulador de vuelo en su casa. El otro tenía 27 años y esperaba casarse, justo después de recibirse para volar, en la cabina de un Boeing 777. Los pilotos Zaharie Ahmad Shah, de 53 años, y Fariq Abdul Hamid eran considerados hombres respetables y sociables, según concluyó la policía malaya.

Fariq es el que más controversia provocó después de que se supo que en 2011, él y otro piloto invitaron a dos mujeres a sentarse en la cabina durante un vuelo entre Phuket, en Tailandia, y Kuala Lumpur. Durante el vuelo, los pilotos fumaron y coquetearon, reconoció una de las mujeres, la sudafricana Jonti Roos, en una entrevista difundida por Nine Network de Australia. Respaldó su afirmación con varias fotos en donde se la veía a ella y a su amiga posando en la cabina.

Malaysia Airlines expresó su sorpresa por la versión y sostuvo que sería investigada. Fariq era un “buen muchacho, buen musulmán, humilde y tranquilo”, afirmó Ahmad Sarafi Alí Asrah, el imán de una mezquita cerca de la casa de dos pisos de Fariq en un vecindario de clase media en un suburbio de Kuala Lumpur. “No creo que sea un playboy, pero no sé nada de su vida personal”, agregó. Fariq, hijo de un funcionario civil de alto rango del estado de Selangor, se incorporó a Malaysia Airlines en 2007. Con 2763 horas de vuelo, había empezado a copilotar el moderno Boeing 777 hace poco tiempo.

En tanto, Zaharie, el piloto del vuelo MH370, entró en la aerolínea en 1981 y tenía más de 18 mil horas de experiencia. Su página en Facebook lo muestra como un entusiasta de la aviación que opera aviones de control remoto, con fotografías de su colección.