La carrera política del radical K Gerardo Zamora dio un vuelco drástico en menos de seis meses. A mediados de octubre pasado, la Corte Suprema lo inhabilitó a competir para un nuevo período como gobernador de Santiago del Estero, cargo para el que era amplio favorito. Previsor, semanas antes se postuló como candidato a senador nacional suplente y ahora terminó como presidente provisional del Senado, segundo en la línea de sucesión presidencial, después de Amado Boudou. El día en que juró en el cargo dejó en claro que no tiene aspiraciones personales de cara al 2015 y, esta semana, en diálogo con Página/12, reivindicó la idea de la Concertación y advirtió la falta de liderazgo en la oposición. Además, cuestionó a partidos que integraron la comisión de reforma del Código Penal y ahora “niegan a sus representantes”.

–Estoy muy agradecido a la Presidenta, más allá del cargo, por la confianza. Trataremos de estar a la altura de esa confianza, que parte de la convicción de trabajar en forma conjunta. Prácticamente, desde que asumí como gobernador, en mi provincia trabajamos con los intendentes de las distintas fuerzas políticas, lo que coincidió con la convocatoria y la forma de ver la política que tenía Néstor Kirchner. De aquella idea tan vergonzosa para el federalismo de los ’90 que consideraba a las provincias del norte como inviables a la impronta que le dio la gestión de Kirchner hubo un paso muy corto, pero para mí esa idea sigue vigente. Lo que la Presidenta expresó en el discurso de la Asamblea Legislativa es una reivindicación de eso. Puede haber quien deserte de la idea, quien se aparte, no me gusta usar la palabra traición, pero puede haber quien traicione ese compromiso. Ahora la idea es buena. Y que de alguna manera lo haya expresado la Presidenta con mi cargo, me llena de satisfacción. Yo dije de todas maneras que no tengo ninguna apetencia personal más que colaborar y apoyar esta idea.

–No sé si con esa palabra, pero la idea es esa. Y es lo que intentan todos. Si en definitiva la propuesta de los demás es nada más que buscar aliados. La diferencia del gobierno de Néstor y Cristina es que lo buscaron desde el gobierno. Muchos hablan desde frentes electorales que se desarman antes de la elección. Yo me sorprendí en la última elección con el frente que ganó en Buenos Aires. Ya los referentes dijeron que después del 27 no seguían juntos, Macri y Ma-ssa. En cambio, esta gestión ha siempre promovido esta posibilidad desde el gobierno. Se lograron muchísimos derechos, nunca se hicieron ajustes. No-sotros, los que no venimos del peronismo, desde nuestras fuerzas políticas aspirábamos a estas cosas. Por ahí no lo pudimos conseguir en la Alianza, no tuvimos la capacidad para enfrentar los obstáculos, los enemigos que siempre son muchos. Pero la idea sigue viva. ¿Qué deparará el 2015? No quiero hacer futurología, pero yo por lo menos tengo un compromiso con este gobierno y voy a continuar con ese compromiso.

–Para mí son todos excelentes personas. Los conozco a todos y no tengo problemas con ninguno. Estoy al margen de todo eso, porque de alguna manera es la interna del peronismo. Yo quiero ser muy respetuoso. De última, acompañaremos la decisión de quien conduce todo esto que es la Presidenta.

–Si hay una competencia en primarias se tomará una decisión de apoyar a uno u otro candidato en el ámbito de mi provincia. Puede ser una buena oportunidad para este gobierno que realizó la reforma política, creó las PASO y todavía no las ha utilizado en términos partidarios.

–Tenía muy buena relación como con todos los funcionarios. Es bueno para el país que surjan alternativas, pero de proyectos políticos. Por ahora veo candidatos nada más. Y a veces cuando no hay liderazgos y hay candidatos, los candidatos son mucho más actores de encuestas. Ven lo que la gente piensa y van para ese lado. Y los líderes son algo más importante. Ninguno de los sectores de la oposición tiene liderazgos, sólo candidatos. En el Gobierno si hay y es indiscutible. La palabra líder en el buen sentido, porque por ahí se la deforma, en términos de caudillismo. Es importante que así como hay liderazgo en el Gobierno haya liderazgo en las oposiciones. A nosotros, como radicales ya nos pasó. Tuvimos un candidato que fue De la Rúa y fue presidente. O sea que se puede llegar a presidente sin ser un líder. Pero si no hay un liderazgo, así terminó el gobierno.

–Hoy no existe ningún liderazgo que yo conozca.

–No hay un liderazgo. No lo digo yo. Hay que preguntarle a los mismos referentes. Líder fue (Raúl) Alfonsín. A partir de ahí no hemos vuelto a tener un liderazgo. Pero creo que todos los sectores de la oposición están en las mismas condiciones. Lo cual no es bueno. Sería bueno que surgiera uno.

–Sí, bueno. Cada uno es esclavo de sus palabras. Yo prefiero responder con el silencio. Soy militante de la política y de mi partido, que no lo voy a cambiar. El partido es una cuestión estructural. Pero el radicalismo es mucho más que un partido, es un movimiento. Y el partido no contiene hoy a todo ese movimiento. Por eso hay muchos intendentes que los veo en muchos otros lados. Eso es quizá por la falta de liderazgo. Pero yo prefiero quedarme con las cosas que son importantes. Hay muchos hombres y mujeres buenos y malos en todos los partidos políticos. Yo creo que la pelea no está ahí, sino en la política contra la antipolítica. Las decisiones se deben tomar desde la política, en todo sentido, cuando alguien genera un proyecto, cuando arma una lista de candidatos, presenta una propuesta, llega al gobierno y toma decisiones. Yo me quedo del lado de la política. Después está la antipolítica, que considera a los políticos mala cosa, que somos descartables o no servimos para nada. Y hay muchos políticos que se prenden en esa idea y trabajan para la antipolítica. Yo me quedo en eso.

–Todo puede ser discutible. El Gobierno debe estar discutiendo porque ha recibido el anteproyecto. Yo recién estoy terminándolo de analizar. Creo que esta reforma si no va con una reforma del procedimiento tampoco sirve. Es muy importante el nuevo Código Procesal Penal (también anunciado por el kirchnerismo). Nosotros en Santiago iniciamos eso apenas yo asumí. En algunas jurisdicciones ya está el Código (procesal penal) funcionando con el sistema acusatorio, juez de garantías, sistema oral, totalmente rápido. La verdad es que el Código Penal (vigente) es malo. Y si el procedimiento no es rápido podemos endurecer penas, hacer lo que queramos, pero vamos a tener siempre una mora judicial por lo que tampoco hay Justicia. Es muy importante que estas dos cosas se discutan con mucha seriedad, no desde la política fácil en una campaña electoral. Por eso, está perfecto lo que hizo la Presidenta. Convocar a una comisión donde está el Poder Judicial y todos los partidos representados. Ahora, muchos niegan a sus representantes y eso no es serio. Podrán discutirse muchas cosas, pero es un avance importante. Tenemos que cumplir con los tratados internacionales y el Código nuestro no cumple. Lo que está en discusión quizás es la reincidencia y desde algunos sectores sin siquiera revisar mucho. He escuchado cosas que no son ciertas. O no lo han leído o tergiversan a propósito. Hasta por ahí, el que no es ni abogado, que es ciudadano común, cree que ya se ha modificado algo. Se confunde a la ciudadanía si llamás a una consulta popular. Son para otra cosa, no para un anteproyecto. Es medio... prefiero utilizar la palabra poco oportuno que oportunista.

–Escuchaba a muchos economistas y opinólogos y parecía que hoy no teníamos reservas, el dólar estaba a 20 pesos, la hiperinflación había pasado el ciento por ciento. Estaba el país destruido. Pero la Presidenta toma permanentemente las medidas que toma. Y debe ser muy difícil cuando hay gente que trabaja para que esas premoniciones se cumplan. Yo estoy muy esperanzado. Generar una crisis como se ha querido generar, una corrida financiera y cambiaria. Y no estoy hablando de cosas que no han ocurrido en el país. Han volteado gobiernos. Y han generado por una especulación de mucha gente, que Alfonsín se tuviera que ir seis meses antes. Y no vino el nuevo gobierno y lo solucionó en un mes. La hiperinflación más dura no la tuvimos durante el gobierno de Alfonsín, sino con el gobierno de Menem. El que cree que puede ayudar o beneficiar una crisis se equivoca hasta como político o futuro gobernante. Tenemos que ser serios. La Presidenta hace esfuerzos denodados y tiene éxito porque tiene la capacidad, la inteligencia, el liderazgo y lleva a adelante las medidas correctivas.