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Los únicos indicios de vida de Fernanda Aguirre parecen disolverse. Después de un evaluación caligráfica, tres peritos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación aseguraron que “no fue escrito” por ella el mensaje hallado el jueves 26 de septiembre en un camping del Lago Frontal de Río Hondo. La esquela no sólo movilizó a su familia sino a un impresionante operativo de búsqueda en las provincias del NOA que aún no se ha abandonado. El abogado de los Aguirre pedirá una nueva prueba caligráfica con un perito de parte antes de descartarla completamente. Ayer, mientras seguían apareciendo videntes y testigos que aseguran haberla visto en distintos lugares, el juzgado entrerriano cerró una parte del caso: procesó como partícipe primario del “secuestro extorsivo” a uno de los detenidos.
Los resultados de las pericias parecen contundentes, sin embargo existen quienes ponen reparos. “No es la primera vez que tenemos pericias contradictorias”, le dijo a Página/12 Julio Federik, abogado de los Aguirre después de pedir las nuevas pruebas.
Hasta ahora, un perito entrerriano le había dado credibilidad al supuesto mensaje de Fernanda. En su lectura, eran suyas las palabras escritas en imprenta, de puño y letra detrás de un sticker: “S.O.S. –decía– Ayudenme por favor estoy secuestrada Fernanda Entre Rio (sic)”. Con ese papel en las manos, la Justicia de Río Hondo y de Tucumán ordenaron allanamientos e inspecciones hasta en la rotisería “Dani” de la calle Chacabuco 215, desde donde provenía el sticker. En ninguna de las dos ciudades aparecieron rastros de Fernanda, por lo que el juez Rafael Macoritta, de Río Hondo, suspendió la búsqueda el jueves por la tarde.
Los nuevos resultados pusieron nuevamente en foco el interior de Entre Ríos. El director de asistencia a la víctima del delito de esa provincia, Walter Carballo, en diálogo con este diario, admitió que “ahora se descarta que haya estado en Santiago” y “se vuelve a Entre Ríos” donde, por otro lado, nunca se abandonó la búsqueda. “Continuamos trabajando en el caso y sobre varias hipótesis”, dijo por su lado el gobernador Jorge Busti. “Tenemos la esperanza de que Fernanda esté con vida”, aunque agregó que “no puedo aseverarlo”.
Ayer a la mañana, en tanto, el juez Federal de Paraná, Ramón Ferreyra, le dictó el procesamiento con prisión preventiva a Raúl Monzón, primo de Miguel Angel Lencina, el hombre que se suicidó en una comisaría de Paraná después de la detención. Para Ferreyra, Monzón es partícipe del secuestro extorsivo. Sin su auxilio o cooperación –indicó–, “no hubiera podido cometerse” el secuestro, por eso le dictó la prisión preventiva y le trabó un embargo por 50 mil pesos. Para el juez está acreditado que Monzón le brindó albergue a Lencina y a su mujer horas después del secuestro y que le facilitó un arma y un automóvil Dodge 1500 para llevársela.