Anoche, los vecinos de varios barrios porteños y de algún sector del conurbano bonaerense hicieron sonar cacerolas, latas de metal, bocinas y pequeñas campanas durante unos treinta minutos, en lo que denominaron como el “Ruidazo”. El objetivo que los convocó fue reclamar la limitación a la construcción “indiscriminada” de grandes torres de viviendas y la configuración conjunta de nuevos códigos de planeamiento urbano para el área metropolitana. La esquina de Acoyte y Rivadavia, en pleno Caballito, fue uno de los epicentros de la manifestación que se extendió de 20 a 20.30. En esa esquina, los ruidosos levantaron una saga de producciones, como torres de cartón con una boca en su parte superior que, cuando se cerraba, se tragaba la figura de un sol colgante y de otros símbolos ecológicos. Gustavo Desplats, de la Asociación Protocomuna Caballito, afirmó que la imagen que existe de ese barrio “como un lugar tranquilo, poco contaminado y con mucho espacio verde” está lejos de la realidad como consecuencia “de la suba exponencial de la población que producen las mega-torres”. Las protestas también se realizaron en esquinas representativas de Palermo, Colegiales, Bernal y Vicente López.