Aunque la casa sea chica, el corazón es grande. Ese parecía ser el pensamiento de Cleto Ruiz Díaz, un hombre de campo que tiene tres mujeres y 40 hijos, antes de ponerle punto final a la procreación. Todos viven en un humilde hogar, de dos habitaciones, en la localidad correntina de Santa Lucía. El caso de Ruiz Díaz inspiró a un diputado a presentar un proyecto de ley que permitiera la ligadura de trompas y la vasectomía en la provincia. La idea “durmió” en un cajón por casi tres años, hasta que otro diputado se hizo cargo del tema y la reflotó.

Ruiz Díaz formó su gran familia en la pequeña localidad de 14 mil habitantes, a 200 kilómetros al sur de la ciudad de Corrientes, donde comparte el techo de su casa junto a Yolanda, de 32 años, con quien tuvo 10 hijos de entre 15 y 3 años; Isabel, de 29 años, con otros 10 hijos; y Alicia, de 49 años y con 14 hijos. Los restantes son de parejas anteriores.

“No se trata de responsabilizar de los hijos sólo a la mujer, el hombre puede ayudar y ya no quiero seguir cargándolas de hijos. Me voy a hacer lo que sea por mí y por mis mujeres”, argumentó el hombre.

Cleto, quien dice tener 46 años, vive de “changas” como pintor que, según manifestó, le alcanzan para “darle de comer a todos”. Además es el director técnico de un equipo de fútbol barrial, donde despunta otra de sus pasiones.

En 2003, el ex diputado provincial Gustavo Alvarez, del Partido Liberal, tomó contacto con Ruiz Díaz, quien le manifestó su deseo de realizarse una vasectomía porque estaba “cansado de tener hijos”.

“Aunque las tres me ayudan mucho y atienden bien a los gurises, estamos en una situación económica difícil”, le dijo el correntino al ex funcionario, quien decidió impulsar, hacia fines de octubre de 2003, la ley de procreación.

El proyecto no prosperó, hasta que el diputado Walter López, del Partido Nuevo, se hizo cargo del tema y lo reflotó.

“El proyecto –contó Alvarez– no apunta a realizar un control de la natalidad. Sólo pretendemos poner en un plano de igualdad a aquellas personas que no tienen recursos, con quienes pueden realizarse esa intervención en un centro asistencial privado.”