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La FEB elaboró un informe con los resultados del recorrido que miembros de la agrupación realizaron en 104 centros educativos ubicados en 20 distritos del Gran Buenos Aires y del interior de la provincia.

Según las conclusiones, en la recorrida encontraron "filtraciones en los techos, paralización de obras, rotura de baños, falta de espacios y hasta la utilización de un pasillo como oficina de la dirección en una escuela especial del conurbano".

Por otro lado, "en más del 80 por ciento de las escuelas se detectó faltante en la cantidad de cupos destinados a los comedores y a las meriendas para los alumnos". Los directivos de las escuelas denunciaron que "es absolutamente escaso el alimento que provee el Servicio de Alimentación Escolar (SAE): algunos tienen que dar a los chicos una manzana o un alfajor, sin bebida (leche, mate cocido, jugo). Otros advierten sobre la falta de espacio para cumplir con el servicio o carencia de instalaciones", apuntó el FEB en su informe.

En ese sentido, especificó que las falencias "impactan sobre el dictado de clases de casi 120 mil niños y adolescentes de la provincia".

La FEB brindó un listado de deficiencias estructurales que son las siguientes: "improvisación de espacios administrativos en galerías y pasillos, para ocupar los lugares originales como nuevas aulas, y paralización de obras de reparación o de ampliación por falta de pago y por demoras en la entrega de certificaciones para que las empresas cobren".

Además, remarcó "la falta de elementos básicos de higiene para la limpieza de sanitarios; rotura, inutilización o carencia de elementos sanitarios en los baños; problemas relacionados con la electricidad (falta de mantenimiento, electrificación de paredes, cortocircuitos); y filtraciones en techos, que ocasionan problemas mayores como caída de mampostería o electrificación del tendido eléctrico".