"México acaba de dar el primer paso para recorrer un largo camino para potenciar su capacidad energética", advirtió Miguel Galuccio, quien mantuvo varias reuniones en los últimos meses con su par de Pemex, Emilio Lozoya, tal como había confirmado por la mañana Fluvio Ruiz Alarcón, miembro del Consejo Corporativo de la compañia azteca en ocasión del World Shale Oil & Gas Latin America Summit, que se realiza en Buenos Aires.

"La decisión del gobierno mexicano de permitir la participación privada en el desarrollo de sus hidrocarburos responde a una necesidad clara de potenciar la industria del petróleo y el gas actual, donde las alianzas con socios estratégicos son clave”, precisó Galuccio.

“Para poner las reservas en producción, necesitamos de socios que inviertan, para revertir el declino natural de los yacimientos, y con el fin de disminuir el desbalance energético y lograr el autoabastecimiento", enfatizó el titular de la compañía nacional. "El desarrollo de los no convencionales requiere no solo enormes sumas de dinero, sino compartir riesgos, y experiencia”, agregó.

“Aunque cada realidad tiene sus particularidades -añadió- nos sentimos identificados en este proceso que México lleva adelante. Sin resignar soberanía ni control sobre sus recursos, México se abre al mundo y a las grandes compañías porque sabe que son necesarias inversiones millonarias para hacer realidad el desarrollo del offshore y del no convencional que, como en Argentina, tienen un enorme potencial”.