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"No cambió nuestra denuncia sobre el accionar de la Bonaerense. Luciano no cruzó por motu propio la Gral Paz esa madrugada", afirmó Orieta en una conferencia de prensa brindada en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Ratificó que "un testigo vio correr a un pibe, desesperado, escapando de algo" y que "otro testigo sitúa a un patrullero el 31 de enero de 2009 en la colectora de la General Paz", fecha en la que se vio por última vez con vida a Luciano y en la que fue atropellado, según se supo hace un par de meses.

"Los horarios coinciden, había un patrullero de la Bonaerense en ese lugar, ¿qué hacían ahí?", se preguntó Vanesa y manifestó que "muchos móviles no reportaron su recorrido en la noche del 31 de enero de 2009 y los libros de guardia del destacamento estaban alterados".

También denunció que faltan evidencias como las zapatillas de Luciano. "Estaba vestido con ropa que no era la suya, no sabemos por qué. Esa ropa no está, ni las pertenencias que llevaba en la mochila", añadió. "De algo estamos seguros: la Justicia tiene que investigar a la Bonaerense y a las primeras fiscales y el primer juez", dijo Vanesa y afirmó que "Luciano fue desaparecido por el Estado en su conjunto".

El adolescente de 16 años fue visto por última vez a la 1,30 de la madrugada, a pocas cuadras de su casa en el Barrio 12 de Octubre, en Lomas del Mirador. Iba a ver a su hermana, pero nunca llegó. Se presume que fue detenido en ese trayecto por la policía. La familia denunció que oficiales de la Bonaerense habían intentado con anterioridad obligarlo a robar para ellos y que había sufrido torturas en un destacamento por negarse a hacerlo.

De acuerdo a la reconstrucción de la noche de su desparición, a las 3,21, un estudiante de 21 años de Monte Grande lo atropelló sobre la autopista, en la zona que divide Lomas del Mirador de Mataderos. El mismo joven avisó al SAME. Una ambulancia llevó a Luciano hasta el Hospital Santojanni, donde murió al día siguiente tras una operación. Luciano no tenía documentos y después de una autopsia fue enterrado sin nombre.

Por su muerte se abrió una causa por homicidio culposo en el Juzgado Nacional en lo criminal de instrucción N° 16. El conductor que lo atropelló fue sobreseído y fue el primer testigo en aportar su relato en la reconstrucción. Según su relato el primero en llegar al lugar fue un motoquero. Después, un móvil de Autopistas del Sol, concesionaria de la autopista, y policías de la Comisaría 42. Por último, la ambulancia del SAME. “Me llamó la atención. Me dio impotencia ver a las ambulancias de Vittal del otro lado y que no vinieran. Le pedí al policía que los llamara y dijo que ya había avisado al SAME”, advirtió el hombre.