La nueva primera ministra británica apeló la unidad con Escocia y ofreció a la jefa de Gobierno escocesa, Nicola Sturgeon, que Edimburgo participe en las conversaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). "Quiero que Escocia tenga total participación (...) por eso quiero lograr el mejor acuerdo posible para todo el Reino Unido", añadió.

El problema es que los escoceses quieren permanecer en la UE mientras que Theresa May tiene que negociar la salida del Reino Unido de la UE tras la aprobación del Brexit en un referéndum.

Por su parte, Sturgeon subrayó que la discusión fue "constructiva y muy buena", aunque reconoció que aún hay "grandes diferencias de opinión políticas". La gran mayoría de los escoceses quieren permanecer en la UE. La victoria del Brexit allí impulsó las aspiraciones independentistas de Escocia.

"Creo con todo mi corazón en el Reino Unido, esta preciosa unión entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte", subrayó May en una declaración poco antes de trasladarse a Edimburgo. La ministra insistió en la necesidad de mantener la "unión especial" entre Londres y Edimburgo, que "se ha mantenido durante siglos".