El vicerrector de la UBA, Aníbal Franco, respondió a las denuncias estudiantiles que objetaron la regularidad de su designación. El miércoles, ante el Consejo Superior, leyó una resolución del cuerpo fechada en 1965, que estableció que “la función de representante del claustro de profesores ejercida por un docente que llega a ser comprendido por la disposición del artículo 51º del estatuto (jubilación obligatoria a los 65 años) no cesa ni se interrumpe por esa circunstancia y debe considerarse vigente hasta la finalización del mandato”. La respuesta alude a que Franco fue designado consejero de Veterinarias en el 2005, con mandato como tal hasta el 2009, condición que lo habilitaría para ejercer el vicerrectorado, pese a que debió jubilarse en marzo.