El entrenador de Boca, Carlos Ischia, aseguró ayer en conferencia de prensa que no lo inquieta la necesidad de incorporar otro delantero a su plantel, tras el hueco que dejó en el ataque la lesión de Martín Palermo. “No es algo que me desvele, a pesar de que sale todos los días (en los medios) que yo soy el más desesperado. El que pone a los pibes soy yo”, puntualizó el técnico un poco molesto, y de esa manera dejó bien en claro que en el club no se desesperan para buscarle un reemplazante a Palermo, que ya comenzó a realizar los trabajos de fisio y kinoterapia, como parte del proceso de recuperación de la rotura de ligamentos de su rodilla derecha.

“El tema de los refuerzos, yo siempre lo digo en esta época cuando se abren los libros de pases, nunca es para reemplazar o para no tener más en cuenta a alguien, sino simplemente para mejorar o tener otra alternativa. Y más con tantos partidos y con las obligaciones que tiene Boca”, sostuvo el entrenador. Además, Ischia consideró como una “buena decisión” el pedido que elevó la dirigencia a la AFA, donde solicitó una prórroga para incorporar a un nuevo jugador hasta la fecha 13 del Apertura. “Porque uno nunca sabe cómo puede seguir esto. Así que la alternativa (de traer otro jugador) está, y mientras la alternativa esté, puede ser”, enfatizó.

Sobre el muy buen rendimiento que están exhibiendo algunos juveniles, como Ricardo Noir, Lucas Viatri y Nicolás Gaitán, entre otros, el entrenador remarcó que “no hay que exponerlos mucho y tampoco sobrecargarlos de responsabilidades, a pesar de que es muy difícil cuando tienen actuaciones como las que han tenido” en los últimos partidos. “Eso es algo que depende de todos. Lo único que les digo en este momento de alegría es que también hay que tener paciencia para cuando las cosas, por ahí, no les salgan del todo bien”, dijo Ischia, que aseguró que “el mejor momento de Boca va a ser si se llega a fin de año ganando títulos”.

Por otra parte, Martín Palermo estuvo ayer en Casa Amarilla para comenzar con sus trabajos de rehabilitación, a las órdenes de los médicos Jorge Batista y José María Veiga. Durante aproximadamente diez días más, el goleador, que mantiene una férula protectora en la zona afectada, continuará con las sesiones de fisio y kinoterapia y, cumplido ese plazo, se evaluará la conveniencia de ir agregando algún tipo de actividad dentro de la rutina de la recuperación.

De acuerdo con las previsiones de los doctores, si la evolución del delantero es la esperada, en enero próximo podría ir sumándose a los trabajos de pretemporada que realizarán sus compañeros. Claro que la idea es no apurarse para evitar una recaída.