Los dirigentes de Estudiantes, en especial el vicepresidente primero, Marcelo Malaspina, están preocupados porque el entrenador Alejandro Sabella aún no renovó su contrato con la institución, pese a que el club avanzó bastante en la conformación del plantel para la próxima temporada. “Me incomoda bastante que Sabella no firme el nuevo contrato”, expresó Malaspina en declaraciones periodísticas, pero al mismo tiempo estimó que el técnico estampará su rúbrica la semana próxima al igual que el capitán del equipo, Juan Sebastián Verón.

Según fuentes vinculadas con la institución platense, las partes ya llegaron a un acuerdo en el aspecto económico, en donde Sabella, especialmente, le solicitó a la dirigencia una mejora sustancial en las remuneraciones de sus ayudantes. También trascendió que, en las negociaciones, el técnico pidió que en el nuevo contrato se incluya una cláusula que contemple, ante una propuesta para dirigir algún seleccionado nacional, que el vínculo pueda ser rescindido. Mientras tanto, Sabella sigue dirigiendo al plantel, que está realizando la pretemporada en el predio de City Bell, con una extensión automática del contrato anterior, que venció el 30 de junio.

Sin embargo, las complicaciones sobre la renovación surgieron porque Sabella les cuestiona a las autoridades del club que no hayan cumplido con el pedido de refuerzos con miras a la nueva temporada, en que el club platense deberá afrontar el torneo Apertura, la Recopa Sudamericana contra Liga de Quito y la Copa Sudamericana. Por su parte, la dirigencia sostiene que hay un equipo muy competitivo y que se avanzó bastante en la contratación de jugadores.

En el receso de invierno, Estudiantes sumó al delantero Hernán Rodrigo López, ex Vélez, y a Gabriel Mercado, quien ayer firmó su contrato con la institución y se sumó a las órdenes del cuerpo técnico.

Sin embargo, para reemplazar a Mauro Boselli, Sabella pretendía a Ernesto Farías, pero los dirigentes no cumplieron con su pedido y eso provocó el enojo del entrenador. El disgusto se acrecentó más cuando se produjo la venta de Christian Cellay a Boca, ya que el técnico le había exigido a la dirigencia que retuvieran al zaguero.

Además, el club platense se desprendió de figuras importantes como el goleador Boselli y el lateral Marcos Angeleri, ambos transferidos al fútbol inglés y, tras caducar sus préstamos, también se alejaron el lateral Clemente Rodríguez y los volantes José Sosa y Marcelo Carrusca.

En contrapartida a la situación del entrenador, Juan Sebastián Verón, otro que tenía que arreglar su renovación, le informó a la directiva que ya resolvió continuar una temporada más en el club y que comenzaran a trabajar con su representante para arreglar el contrato, el cual venció a fines de junio.