Duró poco el sueño de Raúl Horacio Balbi de volver a ser campeón del mundo. El moreno francés Souleymane M’Baye lo venció por nocaut técnico en el cuarto asalto y se adjudicó el título vacante de los welter juniors de la Asociación Mundial de Boxeo en pelea realizada en el Reebok Center de Bolton, Inglaterra. El argentino había caído dos veces en los rounds 2º y 4º y pareció demasiado blando para soportar la mayor potencia de M’Baye.

Sin embargo, fue Balbi quien arrancó mejor las acciones. Una derecha cruzada seguida de una izquierda en gancho le aflojó las piernas a M’Baye en la primera vuelta y dio la impresión de que la corona podía viajar rápido de regreso a la Argentina. Balbi lucía más fuerte y decidido que M’Baye en el ataque. Pero el cuadro favorable viró drásticamente en el segundo round. Un directo de derecha del francés sentó a Balbi sobre la lona y puso en entredicho su capacidad para asimilar el poder de los golpes de M’Baye.

Pareció recuperado Balbi en el tercer round. Su presión permanente sobre M’Baye y el vigor de su izquierda cruzada reverdecieron sus chances. Pero el desenlace de repente se precipitó en la cuarta vuelta. Balbi se abalanzó sobre M’Baye y recibió un cross de derecha que lo hizo caer de bruces sobre el encordado. Estaba claro que el argentino no soportaba las andanadas del francés cada vez que éste se exigía a fondo. Y M’Baye supo cómo aprovecharlo. Convirtió a Balbi en un blanco móvil, lo persiguió a golpes por todo el ring, lo hizo sangrar primero de la nariz y luego del pómulo derecho, y cuando la pelea empezaba a ser un calvario para el argentino, el árbitro inglés Paul Thomas no quiso complicaciones: quizás apresuradamente, la detuvo y decretó la victoria de M’Baye por nocaut técnico, la 35ª de su campaña, la número 19 por la vía rápida. Balbi perdió por octava vez en 63 peleas, la tercera por fuera de combate.

Balbi debió ceñirse demasiado para dar los 63,503 kg, límite de los welter juniors. Le costó dar el peso. Y pareció sentirlo. No tuvo solidez para recibir los golpes justos de M’Baye. Cada vez que le pegaron, lo acusó y por ahí radica la explicación de este nuevo desencanto. Tiene un problema serio Balbi: su cuerpo se va más allá de las categorías. Debió dejar de ser liviano porque no cabía dentro de los 61,235 kg. Subió a welter junior, sabiendo que, a priori, daba ventajas de volumen físico. Y volvió a pasarle lo mismo. Intentar a los 32 años un tercer tiempo entre los welters parecería un exceso: Balbi es muy chico para tener posibilidades serias en los 66,678. Habrá que ver hacia dónde apunta su decisión, si sigue en el boxeo o se va. Mientras tanto, de aquella ilusión de volver a ser campeón del mundo no quedó nada sino la tristeza por haber dejado pasar una oportunidad que estuvo al alcance de sus puños.