Está instalado. Todos hablan de él como candidato. Aunque nadie pueda asegurar si finalmente se lanzará. El ingeniero Juan Carlos Blumberg continúa insistiendo en que no definirá su candidatura a gobernador bonaerense hasta el final del juicio por el asesinato de su hijo, pero desde el kirchnerismo hasta PRO lo dan por hecho. Tanto el tono de su discurso en Plaza de Mayo como sus declaraciones tras la marcha a diversos medios (“en la calle me piden que sea presidente”; “la gente me pide que agarre un cargo”) reforzó la impresión de oficialistas y opositores de que el presidente Néstor Kirchner tiene un nuevo adversario en la arena política. “Está claro que Blumberg se lanzó a la política”, sostiene un legislador con acceso al despacho del Presidente. “Nos parece un paso hacia la política. Obviamente, tomando distancia del Gobierno”, coincide un dirigente cercano al líder de PRO, Mauricio Macri. Los equipos técnicos de ambos ingenieros retomarán el diálogo esta semana.

¿Qué hará Blumberg tras el acto frente a la Casa Rosada? El ingeniero no suelta prenda. Mientras coquetea con Macri, con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna o con el gobernador neuquino Jorge Sobisch, mantiene el mismo argumento desde que el diputado de PRO le ofreció “meterse en política” en una reunión en el Hotel Sofitel. Ayer repitió el mismo libreto: “En este momento, no lo he evaluado, tengo otras prioridades. Hoy mi objetivo es el juicio de Axel. Hay que tomar las cosas con prudencia, con seriedad”, señaló el ingeniero.

Desde su entorno, intentaron alejar de Blumberg todo lo que huela a política. “Por lo menos, a mí me ha dicho que no va a ser candidato a nada”, aseguró a Página/12 Marcelo Bragagnolo, uno de los familiares de víctimas cercano a Blumberg. El padre de Matías –muerto en Palermo Chico– también intentó bajarle el tono a la polémica con el Gobierno. “Son funcionarios de cuarta o quinta línea. Es como la fe de los conversos. Los tipos que más judíos mandaron a la hoguera fueron los judíos conversos. Por eso, Luis D’Elía hizo el mamarracho” de la contramarcha.

Lo cierto es que el tono del discurso en Plaza de Mayo –en especial sus referencias a la provincia– y las declaraciones tras la movilización las hizo con la retórica de un candidato. “La gente en la calle me dice: ‘Por favor, sea presidente, sea gobernador’. Yo lo tomo con pinzas. Todos me llaman. Todos me tiran del saco para que sea candidato”, aseguró Blumberg en declaraciones tras la marcha. “El discurso de Blumberg tuvo progreso, fue más amplio, fue mejor”, ponderó el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, quien evitó pronunciarse sobre la candidatura.

“Tiene el 10 por ciento”

El Gobierno lo identificó como un opositor desde que lanzó su marcha a Plaza de Mayo. Desde los afiches del movimiento kirchnerista Libres del Sur (que caracterizaban a Blumberg como Hitler) hasta la contramarcha de D’Elía mostraron la distancia que puso el oficialismo con el ingeniero, al que solía recibir, escuchar y hasta impulsarle alguna propuesta. El día después de la marcha, desde Balcarce 50 aseguraron que eso terminó. “Ahora va a sentir nuestro frío”, dijo un funcionario a este diario.

En tanto, los dirigentes bonaerenses del kirchnerismo que aspiran a ocupar la silla del gobernador empezaron a hacerse a la idea de que podrán competir con Blumberg en 2007. Entre ellos, se encuentran el gobernador Felipe Solá –que busca su re-reelección–; el ministro del Interior, Aníbal Fernández, el presidente provisional del Senado, José Pampuro; el titular de la Cámara baja, Alberto Balestrini y el diputado José María Díaz Bancalari.

Solá no perdió el tiempo y dio vía libre al contraataque de su ministro de Seguridad, León Arslanian, que se cruzó con Blumberg. En su particular estilo, Fernández se sumó a la reyerta (ver aparte). “Más allá de expresar el tema de la seguridad, yo no lo veo como un hombre político que comprenda en su totalidad la problemática política y social de la provincia de Buenos Aires”, señaló Pampuro.

–¿Piensa que Blumberg será candidato? –preguntó Página/12.

–Eso yo no lo manejo. Es una decisión que tomará Macri, Blumberg o quien decida.

Por su parte, Balestrini le bajó el precio a la eventual candidatura del ingeniero. “Depende con quién. Si es candidato de Lavagna, puede llegar a tener el diez por ciento de los votos. No es un rival de cuidado para el kirchnerismo en la provincia”, lanzó.

Sin embargo, en voz baja todos los dirigentes del kirchnerismo bonaerense consultados por este diario admitieron que la marcha fue importante. “La marcha fue significativa. Marca una presencia”, aseguró un legislador kirchnerista. La mayoría consideró que la movilización fue su lanzamiento como candidato.

Para corroborar esa interpretación, argumentan que Blumberg eligió la Plaza de Mayo y que se dirigió al Presidente en persona en su discurso (lo que despertó silbatinas, que el ingeniero contuvo con aires salomónicos). Y no pasaron inadvertidas sus alusiones al territorio bonaerense. Dirigió sus dardos tanto a Solá como a Arslanian y, en ese caso, no paró los abucheos, como hizo con Kirchner. “Nuestra fuerza está en el voto”, sostuvo sugestivamente el ingeniero, quien aseguró que la situación de la seguridad en la provincia “es para llorar”.

Ninguno de los candidatos descarta que su lanzamiento tenga importancia en 2007. “La derecha tiene la intención de fomentar una figura ante la carencia de ese sector en la provincia de Buenos Aires. Blumberg puede transformarse en un arrastradero (sic) de votos”, destacó un legislador, quien remarcó que “Blumberg está siendo empujado por los sectores de la derecha de la escena nacional que lo compelen a llevarlo como candidato a gobernador o a diputado”. “Lo va a elegir un electorado que no vota a Kirchner. Habrá que ver cómo maneja la campaña”, estimó otro dirigente.

En la contienda por quién será el candidato del oficialismo a gobernador, los competidores tampoco desaprovecharon la oportunidad de interpretar a quién perjudicaría la hipotética candidatura de Blumberg. “Aníbal (Fernández) tiene menos respuesta que ninguno para Blumberg, los temas de seguridad lo golpean”, sostuvo ante este diario uno de sus rivales por la candidatura.

Yunta de ingenieros

Desde el macrismo intentarán mantener un bajo perfil en su relación con Blumberg hasta que concluya el juicio. Los encuentros que mantenían con el ingeniero se suspendieron a pedido de Blumberg desde el comienzo del proceso, aunque continuaron las reuniones entre los equipos técnicos a las que nunca falta Roberto Durrieu, hijo del ex secretario de Justicia de la dictadura. Los encuentros técnicos se retomarán probablemente esta semana. “Tanto el discurso como lo que sale a decir hoy me hace pensar que está más cerca de un sí que de un no. Que se está preparando para dar el paso”, aventuró un legislador de PRO que mantiene un estrecho contacto con Blumberg. “Hasta ahora nos habló de que le interesaba la provincia de Buenos Aires y de que quería una coalición amplia”, afirmó el dirigente, quien destacó que lo ve “intencionado, si no no se acercaría a consultar. Pero nunca dijo que va a ser nuestro candidato”. En PRO, dan por descontado que deberán esperar hasta el final del juicio para escuchar una respuesta de Blumberg.

Aunque no hay un consenso absoluto, está claro que ganas no faltan en PRO de que llegue esa definición. “Nos parece que es bueno que alguien como él, que representa la principal preocupación de la gente, haga política. Sería valioso que se sume. Nos gustaría sentarnos a hablar con él qué visión tiene de la provincia”, aseguró Jorge Macri, primo del líder de PRO, quien está a cargo del armado de Compromiso para el Cambio en el territorio bonaerense. El dirigente tampoco descartó que Blumberg pueda ir como candidato a diputado. “Blumberg expresa una problemática, no sé si una propuesta para gobernar toda una provincia. Ese no es un dato menor. Puede ser un gran diputado”, remarcó Macri, que también tiene aspiraciones de ocupar la candidatura a gobernador.

En PRO no despegan los ojos de las encuestas: señalan que Blumberg tiene un 60 por ciento de imagen positiva en la provincia y un conocimiento de cerca del 99,7. “En las encuestas tienen muy buena imagen, pero no es tan claro si se traduce en intención de votos”, dudaba ante este diario uno de los dirigentes, mientras que otro destacaba: “Ante la falta de figuras que tiene la oposición, aparece como una figura agradable. (Francisco) De Narváez puede sacar el 5 por ciento, López Murphy, el 3. Lo ven a Blumberg midiendo 15 y los hace pensar en una candidatura. Es el que mejor mide de la oposición en la provincia”, explicó. Aunque el ingeniero no lo admita, su movilización lo catapultó como una estrella en ascenso de la derecha. La decisión final sobre el lugar que ocupará está en sus manos.