Era la vuelta al diálogo después del fracaso de las negociaciones llevadas adelante durante la “tregua”. Sin embargo, la reunión entre el Gobierno y las entidades del agro terminó ayer en un escándalo que incluyó acusaciones cruzadas y amenazas por parte de los dirigentes rurales de quedarse “atrincherados” en el Ministerio de Economía hasta obtener una respuesta a sus reclamos. El detonante fue la negativa del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a tratar ayer las retenciones móviles. Los funcionarios describieron el encuentro como el primero de una serie que seguiría la semana próxima, pero los presidentes de las entidades consideraron inadmisible la “dilación” y rompieron lanzas nuevamente. “Ahora hay que darle más fuerza que nunca al acto del próximo 25 de mayo”, aseguró Luciano Miguens. “Es inadmisible pensar que iba a ser en este encuentro donde pudiéramos encontrar una solución”, respondió Alberto Fernández a última hora de ayer.

La reunión estaba inicialmente prevista para las 18, pero los ruralistas debieron esperar más de una hora para ser atendidos porque el jefe de Gabinete se encontraba retrasado. Apenas llegó se convocó a los presidentes de las cuatro entidades al despacho del ministro de Economía, Carlos Fernández, para comenzar el encuentro. Los vicepresidentes y el resto de los asesores se quedaron en un salón contiguo.

Pasadas las 21 horas, el jefe de Gabinete y el ministro de Economía salieron de la sala y ofrecieron una conferencia de prensa con Powerpoint incluido. Alberto Fernández defendió entonces el sistema de retenciones móviles, pero aclaró que la semana próxima se empezarían a discutir alternativas para hacer viable el “mercado a término”, un eufemismo que utiliza para referirse a la posibilidad de revisar la “tablita” que establece la movilidad de la alícuota.

Luego negó que las exportaciones de carne estuvieran cerradas y agregó que tenían la intención de liberar el excedente de trigo. “Antes es necesario que aparezca. No sabemos dónde está y tampoco me lo supieron decir los dirigentes del campo”, sostuvo en obvia referencia a los millones de toneladas que los productores comercializan en negro. Cuando se estaba retirando de la sala, un periodista le comentó que los dirigentes de las entidades habían dejado trascender su disconformidad con los resultados. “A nosotros nos dijeron otra cosa. Fue una reunión cordial”, respondió Fernández.

Sin embargo, los voceros de las entidades informaron enseguida que los dirigentes del agro no se irían del ministerio hasta no tener una respuesta concreta a su pedido de baja de las retenciones. Lo que hicieron fue encerrarse en el salón de cuadros del quinto piso, contiguo al despacho ministerial.

A los pocos minutos trascendió que habían consultado a “las bases” y que el mandato había sido que se quedaran allí. Entonces el rumor fue que estaban evaluando “dormir” en el ministerio. Finalmente, cerca de las 22.30 los ruralistas terminaron con el misterio y decidieron salir a dar su punto de vista sobre el encuentro. “Lamentablemente salimos decepcionados de esta reunión. El tema de las retenciones móviles no se quiso tocar y la negociación se cortó. Hemos quedado en sesión permanente”, sostuvo Luciano Miguens, titular de Sociedad Rural, quien a continuación convocó al acto del próximo domingo. “No va a ser un acto político. No va a ser un acto de la oposición”, agregó.

“Se nos dijo que el Gobierno tiene una propuesta para nuestro reclamo sobre las retenciones, pero no sabemos cuál es. Nos sentimos defraudados”, agregó Mario Llambías, de Confederaciones Rurales. Luego fue el turno de Eduardo Bu-zzi, presidente de Federación Agraria: “La reunión fue mala. Hay una actitud tendiente a dilatar la respuesta. El informe de la reunión que hicieron los ministros manipula a la opinión pública”, dijo. Incluso reconoció que analizaron “seriamente” quedarse en el ministerio hasta que les dieran una respuesta. “Así se torna cada vez más difícil volver a negociar el próximo lunes”, evaluó Buzzi. Ahora el objetivo central de los ruralistas es reunir una multitud el próximo domingo en el Monumento a la Bandera para hacer una demostración de fuerza que permita torcerle el brazo al Gobierno en la pulseada por la renta sojera.

El otro hecho insólito del día lo protagonizó el titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich, quien ingresó a la sala de prensa del ministerio, mientras los periodistas aguardaban la finalización de la reunión, para distribuir una denuncia judicial contra las entidades rurales. En el escrito se solicita la suspensión del acto del próximo 25 de mayo por un supuesto riesgo de contaminación ambiental. “Los productores utilizan un agrotóxico llamado glifosato y es probable que queden rastros de esa sustancia en los tractores que utilizan en los cortes de ruta. Por eso solicité la suspensión del acto para prevenir cualquier riesgo ambiental”, afirmó Manusovich al ser consultado por Página/12. El empresario agregó que fue “casualidad” haber aparecido en el mismo momento en que se estaba desarrollando la reunión.