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“Es increíble lo que están haciendo. Así es imposible”, decía anoche con una mezcla de enojo y abatimiento el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a alguien del otro lado del teléfono celular. Acababa de enterarse de que los dirigentes de la cámaras agropecuarias estaban diciendo que habían salido decepcionados de la reunión que habían mantenido una hora y media. “¿Si estaban disconformes porqué no me lo dijeron a mí? Si tienen kilombos internos no es culpa mía”, seguía el jefe de Gabinete.

Esos supuestos problemas internos los llevaron a tener entre ellos una dura discusión cuando terminó la reunión, que habrían saldado a su favor Eduardo Buzzi y Mario Llambías y que terminó con la decisión de decirle al periodismo que el encuentro había sido negativo, con la disconformidad de Luciano Miguens y con una descompensación de Fernando Gioino, a quien tuvieron que asistir los médicos de emergencia, razón por la que no participó de la rueda de prensa posterior.

La reunión había comenzado con asperezas y tuvo picos de acaloramiento, pero en general el clima fue de amabilidad, según contó a Página/12 uno de los pocos testigos que estaban cerca de la mesa que ocupaban Fernández, el ministro de Economía, Carlos Fernández, y los cuatro ruralistas.

El primer choque fue antes de comenzar la charla. Las entidades habían llevado entre tres y cuatro dirigentes cada uno. El jefe de Gabinete pidió hacerla sólo con los presidentes y eso descolocó a los ruralistas. Los que se quedaron atrás de la puerta masticaban bronca. Una fuente del Gobierno, al explicar la decisión, contó que en la reunión del 6 de mayo, en la que hubo 16 dirigentes sentados frente al jefe de Gabinete, pese a que éste había pedido reserva, algunos salían de la oficina para contar por celular o mensajes de texto lo que se estaba hablando.

El jefe de Gabinete había llevado un Power Point con las propuestas del Gobierno a los ruralistas para, si todo estaba bien durante la reunión, exhibirlo después durante una conferencia de prensa, cosa que finalmente hizo. El último punto era el de modificar las retenciones móviles en lo que afectan a los mercados a término. Pero, a pedido de los ruralistas, el de las retenciones fue el primer punto a tratar y consumió la mayor parte del encuentro. Según las mismas fuentes, el jefe de Gabinete les preguntó si traían una propuesta y le dijeron que era la de ponerles un tope a las retenciones. “¿Y otra alternativa?”, repreguntó el jefe de Gabinete. Allí Eduardo Buzzi esbozó un esquema diferenciado que beneficiaba a los pequeños productores en detrimento de los grandes. Llambías aclaró que ésa era una propuesta de la Federación Agraria y no de la Mesa de Enlace.

A eso le siguió un momento tenso entre Alberto Fernández y Bu-zzi. Cuando los ruralistas le preguntaron al jefe de Gabinete cuál era la propuesta del Gobierno para retenciones móviles, éste respondió que se la harían conocer el lunes, quizás en un intento de condicionar el acto del domingo en Rosario. Si fue así, Buzzi lo cazó al vuelo y le dijo que no debían esperar a que pase el 25 de mayo. “¿O no se dan cuenta de que el país se está incendiando, que la situación es caótica?”, dijo levantando la voz. “Dejame de hinchar las pelotas, Eduardo, el país crece casi al 10 por ciento, tiene reservas como nunca, superávit fiscal, y me decís que la situación es caótica, ¿por qué no te juntás con la Pando?”, habría respondido, palabras más palabras menos, el jefe de Gabinete. Y enseguida calificó el acto del domingo como opositor, lo que motivó este dialogo con Buzzi.

–No va ser un acto opositor.

–¿Ah no? Van desde Pitrola hasta la gente de Macri y decís que no es acto opositor.

–No, lo hacemos por la Patria.

–Ah, entonces el domingo vénganse a Salta, que nosotros también hacemos un acto por la Patria.

Los otros tres dirigentes moderaron, la charla se calmó, se enderezó hacia los puntos a debatir y los 45 minutos siguientes fueron cordiales. Quedaron en encontrarse el lunes para ver si el Gobierno aceptaba lo de los topes y los ruralistas la propuesta del Gobierno (que como anticipó Página/12 es la de achatar la curva de porcentaje de retenciones).

Antes de salir, los cuatro presidentes le pidieron si alguno de los ministros podía ir a saludar a los dirigentes que quedaron afuera. Fue Carlos Fernández y les dijo: “Ya les van a contar ellos, pero los espero el lunes, cuando seguramente cerraremos un acuerdo, porque queremos ponerle un punto final a este conflicto”.

Un funcionario de menor rango, pero que escuchó casi toda la conversación, le contó a Página/12 apenas terminado el encuentro. “Todo bien, los tipos se quedaron muy conformes. Miguens y Gioino son siempre unos caballeros, pero Llambías me sorprendió por su amabilidad. El que único duro por momentos fue Buzzi. Ahora Alberto va a dar una conferencia de prensa. Menos mal que salió todo bien, si no no había conferencia y sabés donde nos íbamos a meter el Power Point que nos mandaron a hacer”.