El poder político volvió a involucrarse ayer en la crisis de Racing con una decisión que, para muchos socios e hinchas organizados, es puro maquillaje. El nombramiento del abogado Héctor García Cuerva como interventor del club fue atribuido por el propio designado al ex presidente de la Nación Néstor Kirchner y al gobernador bonaerense Daniel Scioli. “Esto es el resultado del análisis al más alto nivel político de la provincia y de la Nación”, reconoció el funcionario en una entrevista que le realizó el canal TN. Roberto García, presidente del Modera e integrante de la Mesa de Enlace que reúne a varios sectores críticos del gerenciamiento, advirtió: “El interventor va a ser muy bien recibido si viene a redimir sus pecados”.

La designación de García Cuerva coincidió con los incidentes ocurridos por la mañana en el entrenamiento del plantel (ver aparte). Ricardo Casal, el ministro de Justicia bonaerense que le comunicó la medida al interventor, dijo que nada tenía que ver con la sensación de descontrol que provocó la irrupción de un sector de la barra brava en la práctica matutina de Racing. Como fuere, la designación dejó a Fernando De Tomaso, el presidente de Blanquiceleste, muy cerca de la puerta de salida.

García Cuerva le dio un empujoncito más cuando propuso que no hacía falta esperar hasta diciembre o febrero para que la gerenciadora se retire del club (para esos meses debería pagar la última cuota de la quiebra). “Que se vaya y deje al órgano fiduciario y a nosotros levantar la quiebra ahora”, afirmó.

El flamante interventor volvió a ocupar el cargo para el que había sido designado en abril de 2000, en el marco de un proceso que lleva casi diez años, desde que se decretó la quiebra del club el 14 de julio de 1998. Por entonces, su proximidad a Fernando Marín lo dejó mal parado ante los socios. Roberto García lo recuerda como el hombre que “le abrió la puerta a Blanquiceleste para que se quedara con Racing a título gratuito”. En términos semejantes se expresó Javier Oyuela, presidente del Sarcac (otra agrupación que integra la Mesa de Enlace): “Nosotros estamos absolutamente en contra de cualquier forma de gerenciamiento”.

La movida que concluyó con García Cuerva en su nueva función estimula una curiosidad adicional. Al ahora interventor lo reemplazó en su momento Nicolás Dilernia. Y seis años después, se da el mismo cambio, pero al revés: García Cuerva sustituye a Dilernia. Lo concreto es que Racing tiene un juez que entiende en su quiebra (el cuestionado Enrique Gorostegui), un interventor, un órgano fiduciario, una comisión asesora del órgano fiduciario y, por ahora, un gerenciador como De Tomaso que quedó muy debilitado. Incluso, tuvo a su frente una síndico, Liliana Ripoll, aquella que hizo célebre la frase “Racing Asociación Civil ha dejado de existir”.

Tantos roles jurídicos abruman la conciencia del hincha de Racing promedio. Lo colocan en una encrucijada y ante la sospecha (que por la tarde hicieron pública en una movilización) de que todo cambió para que nada cambie. Para García, del Modera, “el interventor no tiene autoridad jurídica alguna. Ese papel está desestimado por el Código Procesal de la provincia de Buenos Aires. Es un cargo que inventó el juez Gorostegui. Sólo él y el órgano fiduciario son responsables de lo que suceda con Racing”.

Por su parte, el ministro Casal defendió la designación de García Cuerva: “Es socio e hincha de Racing y es la persona idónea para esta crisis del club”. Asimismo, agregó cuál es el propósito de la función que se le asignó: “Queremos soluciones, llamar a elecciones y que el club vuelva a su cauce natural”. No parece sencillo de cumplir este desafío mientras De Tomaso administre recursos clave como los contratos televisivos y los pases de los futbolistas. Por eso, la medida apunta a desplazarlo lo más pronto posible. García Cuerva lo hizo explícito y se sabe que cuenta con el guiño del poder político. O el poder racinguista, que también salió en auxilio del club en el pasado, en momentos tan o más difíciles que éste.

Funcionarios e hinchas, hinchas y funcionarios, Carlos Ruckauf, Carlos “Chacho” Alvarez, Graciela Fernández Meijide y ahora Néstor Kirchner, todos jugaron sus fichas alguna vez en la interna de la Academia.