La Legislatura porteña aprobó anoche la ley que incrementa la tasa del impuesto a los Ingresos Brutos. El proyecto original del macrismo, que buscaba subir la alícuota general para todas las actividades, tuvo que ser reformulado para contar con el apoyo de un sector del peronismo, el radicalismo y el socialismo. Finalmente, el aumento, originalmente previsto en medio punto porcentual, se elevó a un punto, pero limitado a los contribuyentes que facturen más de 30 millones al año, y se establecieron nuevas alícuotas para la actividad bancaria y financiera, entre otras. Votaron en contra la Coalición Cívica, Proyecto Sur, el kirchnerismo y Diálogo por Buenos Aires, que encabeza Aníbal Ibarra. Los opositores al proyecto argumentan que el macrismo ya tiene los fondos para cubrir las necesidades presupuestarias y que la suba impositiva podría presionar al alza sobre los precios. Además, se aprobó una moratoria para contribuyentes que no hayan podido cumplir con sus obligaciones tributarias en 2008 y 2009.

El macrismo salió a la búsqueda de fondos frescos por el rojo presupuestario que, argumenta, habría provocado la suba del 23 por ciento en los salarios de los empleados públicos. Esa recomposición salarial no había sido contemplada en el presupuesto 2010, por lo que el PRO justifica la suba impositiva a partir del “imprevisto” aumento. El gobierno que encabeza Macri asegura que necesita, para cumplir el compromiso, unos 1150 millones de pesos extra. Según estimaciones oficiales, de aprobarse la iniciativa que fue tratada anoche, se habría asegurado unos 700 millones de pesos adicionales. Además, la Legislatura aprobó por amplia mayoría el lanzamiento de la moratoria para deudas atrasadas de 2008 y 2009, lo que le permitiría al gobierno de Macri recaudar 250 millones extra. “Sólo con la moratoria ya cubren las necesidades”, indicaron a este diario desde la Coalición Cívica.

El proyecto final de Ingresos Brutos fue aprobado por los 24 legisladores del PRO, los disidentes del macrismo que se acercaron a Francisco De Narváez, el sector del peronismo que lidera Diego Kravetz, el radicalismo y el socialismo. En total llegaron a los 33 votos, dos por encima de la mayoría simple necesaria para las reformas tributarias.

Desde el bloque encabezado por Kravetz defendieron su apoyo al proyecto y argumentaron que, mediante los cambios que impusieron, se pasó de 180 mil contribuyentes alcanzados a sólo dos mil. La iniciativa macrista planeaba aumentar de forma generalizada la alícuota de 3 a 3,5 por ciento. En cambio, el documento que fue aprobado anoche supone un aumento de 3 a 4 por ciento del tributo para empresas que facturen por encima de los 30 millones de pesos al año, aumenta el gravamen para la actividad bancaria, la intermediación financiera y el juego. También eleva el límite por el cual la tasa tributada pasa del 1,5 al 2 por ciento: ese umbral, que era de 144 mil pesos, se eleva a 300 mil.

“Es responsabilidad del macrismo no haber previsto una partida presupuestaria que contemplara los incrementos salariales que reclamarían los gremios”, se quejó el bloque kirchnerista. “Decir que no se pueden pagar las subas en los sueldos resueltas en paritarias si no se elevan los impuestos, es un chantaje”, dispararon. Además, aseguran que la suba tributaria va a repercutir en los precios. En el bloque peronista niegan el impacto inflacionario: aseguran que las empresas ahora van a tributar lo mismo que en la provincia de Buenos Aires, “por lo que van a poder bancar los nuevos costos”.

En la misma línea que el kirchnerismo, el presidente del bloque de legisladores de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, indicó a este diario que “ante una impericia inmensa de Macri en el manejo presupuestario, siempre debe acudir a aumentos tributarios”. En tanto que para Aníbal Ibarra, “el dinero se está destinando a otras cosas y Macri no hace más que incumplir sus promesas de bajar impuestos”. Martín Hourest, legislador de Igualdad Social, indicó a Página/12 que “el macrismo tiene un programa presupuestario con el que no estamos de acuerdo, porque desprotege a los más débiles”.

Informe: Javier Lewkowicz.