La resolución que modificará la escala de retenciones móviles para valores superiores a los 600 dólares en la soja, 700 en girasol, 300 en maíz y 450 dólares la tonelada en trigo traerá algunas novedades en la modalidad de presentación que buscará evitar “confusiones” que provocó la resolución 125, del 11 de marzo, que dio origen al sistema, y al conflicto. Mientras que aquella norma establecía una fórmula para llegar a la alícuota de retención, la resolución que la modifica vendrá con tablas anexas en las que se fija el porcentaje de retención creciente “dólar por dólar”. Es decir que dirá, por ejemplo para el maíz, que si el “precio FOB” es 300 dólares, el derecho de exportación será de 40,0 por ciento; si el precio es 301 dólares, el derecho será 40... Dólar por dólar. Así, se buscará dar más transparencia y precisión al sistema de determinación de la retención. “El productor podrá escuchar en la radio a la mañana el precio FOB de mercado, mirar la tablita y saber qué retención tiene ese día su producto”, ejemplificó un técnico del Ministerio de Economía ante este diario. Pero el cambio de sistema de exposición conlleva otra intención: evitar conclusiones equivocadas respecto al cálculo de la retención. “Con la fórmula de la resolución 125, que hablaba del 95 por ciento de retención sobre el excedente, cuando el precio de la soja superara los 600 dólares, algunos lo interpretaron, por error o maliciosamente, como que la retención pasaba al 95 por ciento si el precio llegara a esos niveles”, comentó la misma fuente. El argumento de que el Estado “se quiere quedar con el 95 por ciento de la producción” sonó en boca de más de un ofuscado productor vociferando al costado de una ruta, sin que nadie a su alrededor lo corrigiera. Las escalas de la nueva resolución intentarán, al menos, quitarles argumentos.