Por lo bajo y sin hacer mucho ruido, el oficialismo y la oposición en el Senado convirtieron en ley un proyecto de Emergencia y Desastre Agropecuario que suspende por seis meses el cobro de retenciones para 22 distritos de la provincia de Buenos Aires y reduce al 50 por ciento los derechos de exportación para otros 15 distritos de la misma provincia. “Son lugares que están en estado calamitoso, no son zonas sojeras. Como los demás proyectos de emergencia, no preguntamos quién es el autor”, afirmó Miguel Angel Pichetto, titular del bloque K, cuando estaba cerrando el debate por las facultades delegadas. La mención sobre la autoría de la iniciativa estuvo dedicada al diputado Francisco de Narváez, quien salió a decir inmediatamente después de la votación que éste había sido un proyecto suyo. La medida también prevé la prórroga en el pago de impuestos y contribuciones sociales.

La Ley de Emergencia Agropecuaria para Buenos Aires tuvo un revuelo inesperado en el Congreso. El diputado Alberto Cantero (FpV), titular de la Comisión de Agricultura de Diputados, señaló ayer a Página/12 que la iniciativa votada en Diputados “debía excluir de su articulado la suspensión del cobro de retenciones”. Cantero explicó que la Secretaría Parlamentaria no quitó ese artículo del texto, lo que habría constituido “un error de la Cámara”. Una vez en el Senado, el dictamen de la comisión fue rubricado por Fabián Ríos, titular de la Comisión de Presupuesto, y Ernesto Sanz, titular de la bancada de la UCR, y otros legisladores de la oposición y el oficialismo.

Otra versión que circuló ayer por los pasillos del Senado fue que los diputados del oficialismo sabían de ese articulo y que lo dejaron tal cual estaba como prenda de negociación para encolumnar a algunos diputados bonaerenses del FpV en la votación de las facultades delegadas en la Cámara baja. Sin embargo, el diputado de ese distrito, Mariano West, negó a Página/12 que se haya procedido a esa negociación.

Ayer por la noche, De Narváez estuvo llamando a varios senadores para decirles que se había aprobado una baja de retenciones impulsada en su proyecto de emergencia. El macrista Cristian Gribaudo también aseveró que “más allá de que se hayan prorrogado las facultades delegadas, algo bueno se consiguió con las retenciones”. Teniendo en cuenta la política de retenciones del Gobierno, las declaraciones de la oposición sonaron a chicana.

Cuando Néstor Roulet se enteró de esta votación, reunió a un grupo de productores para informarles el contenido de la ley. “Ahora podemos usar este argumento para embestir contra el Ejecutivo y su rechazo a tratar el tema de retenciones”, comentó el dirigente de CRA. El proyecto tendrá repercusiones en los próximos días, cuando pase por las manos de Cristina Fernández de Kirchner y tenga que decidir si lo veta o no.