“Siempre hay alguna posibilidad de recesión”, respondió la presidenta de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Janet Yellen, a una consulta en el Senado de su país, donde compareció por segundo día consecutivo. La consulta había estado precedida por referencias a las caídas bursátiles de los últimos días, el persistente y abrupto descenso del precio del petróleo y la desaceleración del crecimiento de China. Yellen insistió en que la Fed prevé que Estados Unidos mantendrá un “sólido crecimiento” en 2016, pero su referencia a la “posibilidad de recesión” resonó en toda la economía global aumentando la sensación de incertidumbre. También comentó, aunque sorprendida, la política de tasas de interés negativas adoptadas por los bancos centrales de Suecia, Dinamarca, Japón o el BCE, de menos 0,35 a menos 0,50 por ciento. Es decir, que cobran a los bancos privados por mantener depositados los fondos en la autoridad monetaria en vez de darlos como préstamos. “No las dejaría fuera de la mesa” como herramienta para aumentar la expansión, dijo, pero indicó que la perspectiva de la Fed es seguir con los ajustes alcistas de la tasa de referencia.