“La economía argentina necesita chapa y pintura” para el año próximo, reflexionó ayer Mario Blejer, ex titular del Banco Central y a quien se menciona como uno de los candidatos a ocupar el Ministerio de Economía en un futuro gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “Habría que realizar ajustes sobre lo que se ha venido haciendo, pero no demasiado drásticos”, aclaró luego para moderar sus declaraciones y no perder las chances de ministeriable.

En su receta se destaca elevar el superávit fiscal, para contar con mayores recursos para cancelar deuda, y “resolver el problema del Indec, para recuperar la confianza” de los inversores. “Bien medida la inflación tampoco se ha desbordado a niveles incontrolables. Pero como el mundo está con una inflación baja, estamos muy por encima de los promedios del mundo”, explicó.

Blejer, quien hizo una larga carrera en el Fondo Monetario y se desempeña actualmente como economista jefe del Banco de Inglaterra, es uno de los defensores de la política económica de la administración Kirchner en el exterior. De ahí las expectativas que genera en el entorno de Cristina. Sin embargo, ayer no se privó de hacer públicas sus recomendaciones al Gobierno, ahora que el escenario financiero internacional cambió drásticamente.

“Yo no soy de los que creen que hay que comprar un auto nuevo. Lo que hay que hacer es parar un momento y ver en detalle qué es lo que hace falta para que esto siga exitosamente y también tratar los problemas que no han sido solucionados durante este período”, afirmó.

En este sentido, frente al cierre de los mercados voluntarios de crédito sugirió “negociar con el Club de París”, con el cual el Gobierno mantiene en default una deuda superior a los 6000 millones de dólares, lo cual en su visión destrabaría la llegada de inversiones al país.

A partir de diciembre “lo que se va a necesitar es tratar de ajustar parte del modelo que se ha venido implementando a los nuevos parámetros de la economía internacional”, sostuvo Blejer. “Por ambos motivos, habrá que hacer ajustes sobre lo que ha venido haciendo, pero no demasiado drásticos. Son casi obvios, chapa y pintura en todo caso”, agregó.

Para Blejer, la crisis internacional enfrenta al país a tres problemas. Primero, una posible desaceleración del crecimiento mundial, la que podría ser compensada por el impulso de economías como China, India y Rusia.

En segundo lugar, el peligro de una baja en los precios de las commodities agropecuarias que Argentina vende al mundo, los cuales sin embargo “han seguido subiendo en medio de la crisis”.

“Ambos elementos continuarán siendo parte del viento de cola favorable para la Argentina, pero no así la cuestión del financiamiento”, especuló. Este último es para Blejer el problema más grave. “Hasta ahora, aunque restringida, Argentina ha logrado financiarse a tasas relativamente razonables en los mercados de capitales y eso es lo que se va a notar a partir de diciembre”, advirtió. Frente a este nuevo escenario, recomendó elevar el superávit fiscal, para “reducir las necesidades de financiamiento”, estimadas en 8 mil millones de dólares el año próximo.