Desde Santa Cruz

El domingo presenciaron su homilía el prefecto del departamento, Rubén Costas; el líder del opositor Poder Democrático Social (Podemos), Jorge “Tuto” Quiroga, también vicepresidente de Hugo Banzer cuando retomó el gobierno en 1998 con traje demócrata –presidente finalmente cuando el dictador redimido murió en 2001–. Otro en la basílica era Oscar Ortiz, de Podemos, presidente de la Cámara de Senadores y ex gerente de la Cámara de Industria y Comercio del Oriente (Cainco). Cuando terminó, el cardenal Julio Terrazas fue escoltado por la prensa a emitir su voto sobre el estatuto. “Esperábamos contar con la Iglesia para una negociación en los próximos días, pero lo cierto es que –por voluntad propia– ha dado un paso al costado”, dijo el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en alusión a Terrazas. Envalentonado por la evidencia de que media Santa Cruz no quiere al estatuto autonómico, el presidente Evo Morales se atrevió a promover dos referéndum: uno para que los bolivianos decidan cuánta tierra puede tener una persona (5 mil o 10 mil hectáreas) y otro para aprobar la nueva Constitución, que recibió de la Asamblea Constituyente el 15 de diciembre de 2007.

La Conferencia Episcopal Boliviana respondió a Quintana que “el cardenal Julio Terrazas es ciudadano boliviano y cruceño y como tal tiene el legítimo derecho de ejercer su voto. Esta responsabilidad ciudadana no es incompatible con su función de presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y líder de la Iglesia Católica”. Y afirmó: “La Iglesia seguirá sirviendo a la población, velando por la unidad y el bien común de todos los bolivianos”.

El senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) Félix Rojas recordó que una nueva Constitución espera referéndum para entrar en vigor. Fue aprobada en diciembre de 2007 por 164 de los 255 asambleístas. Casi alcanzaron los dos tercios (170 asambleístas) reclamados por los asambleístas de derecha para cortar el poder de decisión del MAS, con mayoría absoluta en la Asamblea. “No sigamos el juego de esas logias de Santa Cruz que ya manifestaron su reticencia al diálogo hasta el 23 de junio (por los referéndum autonómicos de Beni, Pando y Tarija). No hay necesidad de seguir esperando. Si no quieren diálogo, bueno, no hay diálogo”, dijo. Y remarcó: “No debemos entrar en la discusión de compatibilizar (la nueva Constitución y los estatutos). Veamos si la gente está de acuerdo o no con la propuesta de Constitución, porque si está de acuerdo, ahí los estatutos ya no tendrían ninguna cabida. Por eso me pregunto para qué queremos diálogo a estas alturas”, comentó Díaz a la radio Fides, de la Iglesia.

El podemista Leopoldo Fernández, prefecto de Pando, dio la razón al senador de Oruro: “Para dialogar tenemos que esperar que culmine este proceso en las cuatro regiones. Pero parece que no va a ser así, porque Evo Morales está desconociendo este resultado, buscando artificios. Así será difícil generar un escenario de discusión para concertar una salida. No hay un solo ápice de reflexión en el gobierno. Queremos hacer todos los esfuerzos para compatibilizar dos visiones distintas”, dijo al diario cruceño El Deber.

Por su parte, Quintana manifestó que “hay tiempos políticos fatales, no podríamos pasar el 2008 sin convocar al referéndum dirimidor, eso está muy claro”. Sobre la posible compatibilización entre Constitución y estatutos, advirtió que “en una primera línea de negociación están los prefectos para la construcción del diálogo. Y si no tienen la apertura, entonces vamos a construir una segunda línea de negociación, con la cual tendremos finalmente que concertar el referéndum dirimidor para la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado”.

Los chiquitanos, presentes en cinco provincias de Santa Cruz, evaluaron el referéndum como “una derrota de los separatistas”, dado “el rechazo contundente de la población al estatuto”. Rodolfo López Cuchuí, primer Gran Cacique General de la Organización Indígena Chiquitana (OICH), dijo a Página/12 que “ningún hermano ha participado. En algunas comunidades entraron las ánforas, pero se las llevaron vacías”. Ayer esperaban que la Corte Departamental Electoral (CDE) diera los resultados de su región para confirmar lo que esperan: “Fraude”, según Cuchuí. Pero –con el 75 por ciento de las mesas computadas– la CDE todavía no tenía datos sobre las provincias chiquitanas Velasco, Sandoval y Busch. Sólo habían revisado 2700 votos en Chiquitos y 48 en Chávez. Los resultados preliminares son de 86 por ciento para el Sí y 14 por ciento para el No. En la Corte dicen que tendrán los resultados definitivos mañana.